Angkor Panorama es el nombre de un nuevo y monumental museo dedicado al imperio jemer en Camboya pero que su inusual promotor, Corea del Norte, utiliza como plataforma para vender su propio arte y hacer negocio.

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Museo Angkor Panorama, Camboya
Detrás de la instalación, inaugurada el 5 de diciembre, está la filial internacional del estudio público de arte norcoreano, Mansudae, que hizo una inversión de 22 millones de euros. El reducido número de obras expuestas resalta la vastedad de las salas y el derroche de opulencia que Mansudae ha realizado en el complejo construido en Siem Reap, en el oeste camboyano y donde se encuentran los templos de Angkor, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1992.

“Los artistas investigaron sobre la historia de Camboya y retrataron la cultura y el día a día de la gente jemer”, explica la guía camboyana, que pasa el relevo a una vendedora norcoreana de deslumbrante sonrisa. De los 63 artistas que realizaron las obras expuestas “algunos viven en Corea del Norte y otros residen aquí”, añade Choi Min Gyeong, nombre con que se identifica la vendedora, mientras muestra los cuadros cuyo precio oscila entre los 200 y 1.600 dólares.

El museo consta de una parte que ofrece información gratuita, un cine en 3D que cuesta cinco dólares y la atracción estrella que da nombre al museo: un cuadro panorámico costumbrista de 123 metros de largo por 13 de alto que muestra tres períodos distintos del imperio Jemer (del siglo IX al XIV y cuyo principal legado es Angkor). El coordinador del grupo que pintó este cuadro es Jong Hui Jin, que “ha expuesto en otros países y sus obras se guardan como tesoros nacionales en Pyongyang”, relata la vendedora.

El subdirector camboyano de Angkor Panorama, Yit Chandaroat, explica que la gestión del museo irá a medias durante 20 años entre Apsara, el organismo gubernamental de conservación del conjunto monumental de Angkor, y Mansudae Overseas Development Group. Durante los primeros diez años los beneficios irán para Mansudae hasta que recupere su inversión, los diez siguientes se repartirán a partes iguales y después Apsara asumirá el control total del museo.

¿Negocio o promoción cultural?

“El museo no está relacionado con la política, sino con la promoción de la cultura y el turismo en Camboya”, aclara Yit Chandaroat que evita la controversia que despierta el opaco régimen de Pyongyang. Una opinión que no comparte el subdirector de Human Rights Watch para Asia, Phil Robertson, que considera que los gobiernos que se preocupan por la defensa de los derechos humanos no deberían permitir este tipo de inversiones en su territorio.

“Están tomando partido, ayudando y siendo cómplices de la represión de la gente norcoreana. No se puede ocultar el hecho de que estos esfuerzos para lucrarse en el extranjero benefician directamente al gobierno de la Corea del Norte”, asegura Robertson. Mansudae se dedica a la construcción de monumentos, en su mayoría en países africanos como Zimbabue, Namibia, Senegal, Benin o Botsuana, si bien también realizó el proyecto de reparación de una fuente de Fráncfort, en Alemania. EFE_Ricardo Pérez-Solero

IMAGEN: Vista al atardecer del museo Angkor Panorama, que abrió sus puertas a principios de diciembre y guarda obras de arte elaboradas por 63 artistas, bajo la temática del imperio jemer, cerca de los templos de Angkor Wat, en Siem Reap, Camboya. EFE