Un aparcamiento de un centro comercial cubre un templo prehispánico dedicado al dios mexica del viento, Ehécatl-Quetzalcóatl, en la zona arqueológica de Tlatelolco, ubicada en el centro histórico de la capital mexicana.    

Canal Patrimonio_Juan Manuel Ramírez G.

 

En 2014, durante la demolición de un antiguo supermercado, se encontró la estructura del templo, consistente en una plataforma de más de 650 años de antigüedad, que mide 11 metros de diámetro y 1,20 metros de altura, a tres metros de profundidad del nivel de la calle, con cerámicas y 20 entierros de niños, adultos y animales.

“Es el templo al dios del viento, el cual tenía una relación estrecha con Tláloc, el dios del agua, porque este dios era el que ‘barría’ y preparaba todo para que vinieran las lluvias que traía Tláloc”, explicó el destacado arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma. Recordó que de Ehécatl se han encontrado tres templos en Tlatelolco y tres en la antigua Tenochtitlan, en el centro de la actual Ciudad de México, “y generalmente están en dirección hacia el oriente y esto también tiene su importancia y es muy significativo dentro de lo que es el contexto de estos edificios”.

Una “ventana arqueológica” hacia el pasado

Para apreciar el templo, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) construyó una “ventana arqueológica” de 361 metros cuadrados, inaugurada ayer, mediante la cual los transeúntes pueden apreciar una parte de la estructura a través de un cristal. “Fue muy interesante preservar el edificio y excavarlo dentro de este predio, destinado para una construcción moderna y en el que ahora se puede apreciar este edificio antiguo prehispánico”, apuntó Matos Moctezuma.

Recordó que el INAH ya ha hecho obras de este tipo y puso como ejemplo una ventana arqueológica que se ubica en un sótano del Centro Cultural España, que se ubica exactamente atrás de la Catedral Metropolitana de Ciudad de México y donde los arqueólogos encontraron “lo que aparentemente era el Calmécac, es decir, la escuela en la que se preparaban los nobles mexicas”.

Matos Moctezuma calificó como “una feliz conjunción” que se pueda hacer la excavación y que se preserve el edificio para ser visitado ya que es un forma de conocer mejor la historia de la antigua ciudad de Tlatelolco. La ventana arqueológica forma parte del Proyecto Tlatelolco, que comenzó hace dos décadas con el objetivo de salvar yacimientos arquitectónicos amenazados por obras públicas y privadas en el área donde se asentó la antigua ciudad mexica, lo que ha permitido registrar más de 35 edificaciones prehispánicas.

El arqueólogo explicó la importancia de Ehécatl-Quetzalcóatl y el porqué su templo está dirigido hacia el oriente. “Nos remontamos a la época de los mitos cuando se va crear el Quinto Sol y Ehécatl y Xipe Tótec son precisamente los dioses que atinan a decir por dónde va a surgir el Sol, el oriente”, apuntó.

Según los especialistas, la estructura tiene tres etapas constructivas, data de los años posteriores a la fundación de la ciudad en 1337 d.C. y cuenta con paredes bicónicas, inclinadas en lugar de rectas, lo que la distingue del resto de las ruinas prehispánicas de la Plaza de las Tres Culturas. La segunda etapa se estima entre los años 1376 y 1417 d.C., la más visible del conjunto, y la tercera hacia el año 1427 d.C, aunque se cree que existe una cuarta etapa.

En los cuatro años de trabajo de salvamento, participaron 30 arqueólogos, quienes encontraron más de 43.000 objetos de cerámica, lítica, concha y hueso, entre otros; 1.000 de ellos completos y que están bajo registro y estudios a medio y largo plazo.

 

IMÁGENES: Vista del Templo de Echécatl durante un recorrido este martes 19 de junio de 2018, en Ciudad de México (México). EFE