Toda Andalucía es mágica y encantadora, envuelta en tesoros patrimoniales artísticos y culturales sin igual, pero una de sus joyas más preciadas es la ciudad de Córdoba, declarada además Patrimonio de la Humanidad por su emblemático centro histórico. Los monumentos destacados, las callejuelas empedradas, la lucidez de los patios, el olor a azahar y, cómo olvidar, su gastronomía y su gente, sobrecogen al viajero, que disfrutará de una experiencia inolvidable.
Canal Patrimonio_C.O.
La ciudad califal es apta tanto para un viaje familiar, en compañía de los más pequeños de la casa, como para una escapada con amigos, para disfrutar de la activa y asequible vida nocturna. Por ello, es importante estudiar antes de la escapada todos los itinerarios posibles dependiendo de los días que se vaya a estar, a veces incluso consultando en internet se pueden encontrar itinerarios ya hechos que pueden resultar útiles, así como las diferentes opciones para la estancia. Sitios como venere.com, entre otros, permiten encontrar la opinión de otros viajeros, así como todo tipo de información para elegir un alojamiento que se adapte a los gustos y necesidades de cada persona.
El contraste cultural que han dejado musulmanes, cristianos y judíos se percibe en cada esquina y calle de la ciudad, la historia de los diversos pueblos que la han ocupado embriaga al visitante y lo transporta a lo largo del tiempo. La primera parada obligatoria es, sin duda, la mezquita de Córdoba, la obra cumbre de la arquitectura y del arte hispano musulmán, no solo por su inigualable estética sino por los numerosos elementos técnicos y recursos arquitectónicos geniales que se emplearon para su construcción. Imposibel dejar de visitar la torre que abrió recientemente sus puertas al público y la sala del haram, que logra un entramado perfecto entre los arcos de herradura y de medio punto, combinado con la alternancia de las dovelas rojas y blancas que producen un impresionante y original efecto decorativo. La entrada a la mezquita cuesta 8 euros (36 euros con guía) aunque el horario varía según la época del año.
Otro de los grandes bienes patrimoniales de Córdoba, esta vez representante del arte cristiano, es el Alcázar de los Reyes, que mandó construir Alfonso XI en 1328 como residencia fortificada y donde, más tarde, vivirían los Reyes Católicos. De hecho en esta fortaleza fue donde Colón solicitó financiación para su viaje a las Indias, que terminaría en la colonización de América. La entrada cuesta tan solo 4 euros y merece la pena disfrutar de esta encantadora visita.
Del mismo modo, pasear por las estrechas callejuelas del barrio judío, blancas y floreadas, y perderse entre negocios de artesanía tradicional o degustar unas apetitosas tapas con un buen tinto, son placeres que Córdoba ofrece en su magnífico casco histórico. Todas las civilizaciones que allí dejaron huella se aprecian en cada recoveco, desde los baños turcos hasta el Puente Romano sobre el Guadalquivir, pasando por murallas, conventos, palacios e iglesias de un altísimo valor histórico cultural.
[C.O.]
IMÁGENES: Fotografías extraídas de wikimedia Dvillafruela.