Hoy se inaugura en la Residencia de Estudiantes  la exposición Poetas del cuerpo. La danza de la Edad de Plata que, organizada conjuntamente con Acción Cultural Española (AC/E), dará visibilidad a las redes creativas interdisciplinares que surgieron alrededor de la danza entre 1916 y 1936. La danza vivió entonces una Edad de Plata, unos años de esplendor hasta la irrupción de la Guerra Civil española.

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A través de más de 300 piezas refleja cómo en aquellos años, coreógrafos, bailarines, músicos, escritores, pintores y diseñadores encontraron en el escenario un espacio de intercambio sobre el que explorar con las estéticas más modernas y vanguardistas, tanto dentro como fuera de España. Los Ballets Rusos, Falla, Lorca y Argentinita son algunos de los protagonistas de esta panorámica que abarca un amplio abanico de estilos, desde el ballet clásico al flamenco y la danza moderna.

Las obras que presenta incluyen fotografías, libros, maquetas, vestuario, documentos y una selección de obra plástica. El conjunto de obra plástica incluye una nómina de artistas como Salvador Dalí, Pablo Picasso, Ignacio Zuloaga, José Caballero y Julio Romero de Torres, entre otros. Asimismo, se incluyen numerosos audiovisuales, alguno inédito, y una selección de vestuario de época pertenecientes a bailarines como Antonia Mercé, la Argentina, Vicente Escudero o Miguel de Molina.

La exposición se divide en tres ámbitos para analizar esta disciplina artística. El primero, Una danza nueva (1916-1924), arranca en un panorama cargado de inercias decimonónicas en el que irrumpen los Ballets Russes de Diaghilev en la primera de sus visitas a España. Las bailaoras de Sorolla y Zuloaga ayudarán a acuñar un estereotipo con el que contrasta el exotismo y orientalismo de las propuestas de Tórtola Valencia y otras artistas entre el simbolismo y el modernismo.

El segundo ámbito, Los años de esplendor (1925-1936), presenta, por un lado, algunas de las obras extranjeras que se pudieron ver en España, con estéticas tan vanguardistas como el surrealismo de Miró y Max Ernst y, por otro lado, las propuestas más interesantes de compañías españolas hacia el exterior.

En tercer lugar, el ámbito titulado Un legado tras la guerra y el exilio (1936-1945) plantea una reflexión acerca de la difusión del brillante repertorio y de las experiencias de los años de la Segunda República como consecuencia del exilio republicano, así como la influencia que esta tendría en el oscuro panorama de la inmediata posguerra. Hitos como Café de Chinitas de Dalí en Nueva York, La Paloma Azul en México, los diseños de Antoni Clavé para Roland Petit o los festivales de danza española en el Club Schalov de Moscú son algunas de las manifestaciones que evidencian la importancia de una disciplina artística que debemos reintegrar en los relatos de nuestra rica y diversa historia cultural del siglo pasado.

La exposición se complementa con conferencias, actuaciones y conciertos relacionados con los contenidos de la misma.

 

IMAGEN: Imagen de la exposición ‘Poetas del cuerpo. La danza de la Edad de Plata’. Acción Cultural Española.