La novela ‘Diario de un cazador’, de Miguel Delibes, inspira la segunda de las seis rutas turísticas organizadas por la Diputación de Valladolid para recorrer la obra del escritor vallisoletano .En este caso, propone visitas a la capital y a las localidades de San Miguel del Pino, Villanueva de Duero, La Mudarra, Villavaquerín y Quintanilla de Onésimo.

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Rutas Miguel Delibes 2- EFE- 01102013
Miguel Delibes escribió “Diario de un cazador” a los 34 años. Fue el primer libro en el que se atrevió a volcar abiertamente una de sus principales pasiones: la caza. “A través de un alterego literario, Delibes se muestra en estado puro a partir de reflexiones sobre la caza fruto de su experiencia personal y que pone en boca del protagonista del relato”, explica Jorge Urdiales, creador de la ruta turística.

Todo ello queda claro desde el principio, desde la propia dedicatoria: “A mis amigos cazadores, que con arma, perro y bota salen cada domingo al campo a lomos de una chirriante burra (bicicleta) o en tercerola, o en un mixto (tren) de mala muerte”.

Desde este primer encabezado y a lo largo de doscientas páginas, el novelista se refleja en el protagonista, Lorenzo, al que sitúa “en los lugares de caza de juventud”, donde alternaba con su cuadrilla, amigos y familiares en montes, páramos, pinares y ribazos de La Mudarra, Villavaquerín, Quintanilla de Onésimo, Villanueva de Duero, San Miguel del Pino y Valladolid. Estos términos municipales conforman el segundo itinerario de “Las Rutas de Delibes”, una idea de la Diputación de Valladolid para promocionar la provincia a través de media docena de libros cinegéticos de Delibes y que comenzó el pasado julio con la basada en “Las perdices del domingo”.

Viajar en el tiempo
Este segundo jalón tiene su referente en la capital de Valladolid, donde reside y se afana el protagonista de las cacerías, una ciudad-tipo de los años cincuenta de la España de posguerra: donde se nacía y moría en casa, la del estraperlo y el pluriempleo para llegar a fin de mes. En vez de supermercados había economatos y plazas de abastos, los trenes resoplaban y silbaban, las bocinas anunciaban la entrada y salida de los centros fabriles, abundaban los muladares, estaba mal visto “ennoviarse con estudiantes”, y los resultados del fútbol y la lotería se conocían a través de pizarras instaladas en la fachada del periódico local. “Cualquier rincón de la provincia de Valladolid ofrece sensaciones. Hasta el Campo Grande, pulmón de la ciudad, es naturaleza”, ha recomendado a los lectores y turistas José Antonio Quirce, el otro autor de estas rutas.

Múltiple promoción
Cada una de las rutas estará disponible en la página web de Turismo de la Diputación de Valladolid, www.provinciadevalladolid.com, ofreciendo  información sobre cada punto del recorrido y la posibilidad de descargar un folleto explicativo. Se incluyen además información sobre flora y fauna, así como vocabulario rural o expresiones incluidas por Delibes en su obra.

IMAGEN:   Jorge Delibes, nieto del escritor Miguel Delibes, posa en la localidad vallisoletana de Aniago, uno de los lugares citados en “Diario de un cazador”, novela que sirve de guía para la segunda de “Las Rutas de Delibes”, creadas por la Diputación de Valladolid. EFE