El Museo de Historia de Cataluña ha incorporado a su colección una escultura de terracota que podría ser un estudio previo del escultor Rossend Nobas realizado para la escultura de Rafael Casanova, situada en la Ronda de Sant Pere de Barcelona, lugar de peregrinaje en la Diada del 11 de septiembre.

Redacción Canal Patrimonio

Escultura Rafael Casanova- EFE- 18072013

La pieza, de una altura de 1,25 metros, ha llegado al museo proveniente de una aportación privada por parte de la familia de Josep Oliva, que la guardó escondida en un altillo de su piso de Barcelona durante décadas, para preservarla de la represión franquista. Según ha informado el museo, la voluntad de Josep Oliva era que la pieza, que siempre consideró un símbolo de la identidad catalana, pudiera ser algún día recuperada para su exhibición pública, y ahora sus herederas, en cumplimiento de su voluntad, han donado la obra al Museo de Historia de Cataluña.

Con motivo de la celebración en Barcelona de la Exposición Universal de 1888, el ayuntamiento proyectó la organización y arreglo del paseo llamado Salón de Sant Joan y, por este motivo, en 1885, acordó la construcción de ocho estatuas dedicadas a personajes ilustres de la historia de Cataluña. Al escultor Rossend Nobas le fue encomendada la estatua de Rafael Casanova, una de las ocho estatuas ubicadas en el salón que flanqueaban el acceso principal a la exposición. El escultor representó a Casanova en actitud heroica, malherido, con un gesto de dolor reflejado en su rostro y sujetando la bandera de Santa Eulalia de la ciudad de Barcelona.

Escondida para preservarla
En 1914, con motivo del bicentenario de la conmemoración de la caída de Barcelona, la estatua fue colocada en su actual emplazamiento, ya que allí se pensaba que había estado el baluarte de Sant Pere y el punto donde se supone que fue herido el consejero. Con la llegada del régimen franquista en 1939, se ordenó que la estatua fuera destruida y fundida, pero técnicos municipales lograron preservarla escondida detrás de una pared falsa de un almacén municipal, lo que permitió que en 1976 fuera restituida.

El museo, que ya ha comenzado las gestiones para la restauración de la pieza que ahora ha recibido, tiene previsto incorporarla a una exposición sobre el proceso de construcción de la memoria colectiva y la consolidación de los actos de conmemoración y reivindicación de los hechos de 1714, organizada por el propio museo y el Comisionado del Tricentenario, para el próximo año. Posteriormente, la escultura se incorporará a la colección permanente del museo.

IMAGEN: Foto cedida por el Museo de Historia de Cataluña de una escultura que podría ser un estudio previo del escultor Rossend Nobas realizado para la escultura de Rafael Casanova. EFE