Escolares gaditanos han tenido la suerte de ser los primeros visitantes del Centro de Interpretación del Teatro Romano de Cádiz, que permitirá asomarse de manera real y virtual a este espacio escénico, considerado el segundo más grande del mundo y que llevaba cinco años cerrado por obras.

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Centro de Interpretación

La apertura al público, el próximo 27 de mayo, del Centro de Interpretación del Teatro Romano de Cádiz no permitirá, de momento, pisar sus suelos, pero sí asomarse a sus gradas desde unas grandes ventanas y recorrer su historia y su significado a través de restos arqueológicos hallados en las excavaciones, grabados, maquetas y un vídeo que recrea cómo fue este recinto escénico. Mientras se abren las cinco salas que conforman este Centro de Interpretación, los arqueólogos continúan los trabajos que permitirán en breve abrir el acceso desde su interior a los vomitorios y la base de sus gradas.

Pero en tanto llega ese momento, Cádiz, cuyo subsuelo está salpicado de vestigios de sus más tres de tres mil años de historia, puede celebrar ya la puesta en valor de su Teatro Romano, seguramente el buque insignia de los numerosos restos arqueológicos hallados y por hallar en la ciudad más antigua de Occidente. El Teatro Romano de Cádiz, el segundo de mayor tamaño de Occidente tras el de Pompeyo en Roma, fue construido en el siglo I antes de Cristo por encargo de Lucio Balbo el Menor, de una rica familia gaditana y cuyo tío, Lucio Cornelio Balbo Mayor, fue amigo de Pompeyo y César.

Rico enclave comercial

La ciudad era entonces un rico enclave comercial, que en la época romana amplió mucho su extensión y lo hizo al estilo de la capital del imperio e incluyendo edificios e infraestructuras como este teatro, que, según las referencias, tuvo 500 asientos. El Teatro Romano de Cádiz fue abandonado en las postrimerías del siglo III y sobre sus restos se asentó durante las siguientes centurias el núcleo de la ciudad medieval, conocido hoy como barrio del Pópulo.

Por eso sus restos estuvieron ocultos hasta que en 1980 una parte salió a la luz tras un incendio. Las excavaciones y las visitas al recinto convivieron hasta que en 2010 se cerraron para hacer unas obras de emergencia y consolidación muy delicadas, ya que los trabajos arqueológicos se realizan debajo de viviendas habitadas.

Además de las complicaciones técnicas, las obras de consolidación, que han contado con un presupuesto de 1.800.000 euros, han sufrido en los últimos años algún retraso por problemas de financiación. Pero ahora, en apenas unas semanas, ya podrá ser disfrutado desde el colindante Centro de Interpretación, mientras continúan las excavaciones que permitirán en breve, según los técnicos, caminar por un vomitorio y pisar la base de la grada y en un futuro quizá abrir su escenario a funciones.

El Teatro Romano de Cádiz recibió el último año antes de su cierre, en el 2009, 103.000 visitas.
La ciudad no ha dejado de reclamar a la Junta de Andalucía en este tiempo la apertura de este espacio, para poder ofrecer a los turistas uno de los mayores vestigios de su historia.  EFE_Isabel Laguna.

IMAGEN: Interior del Centro de Interpretación del Teatro Romano de Cádiz. EFE/Archivo