El presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, y los obispos de Salamanca y Ciudad Rodrigo, Carlos López y Raúl Berzosa, respectivamente, firmaron junto al administrador diocesano de Plasencia, Francisco Rico, la renovación del convenio de colaboración que permitirá el próximo año “en torno a 20 intervenciones” para la conservación de iglesias en la provincia salmantina gracias a un presupuesto de 960.000 euros.
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Puente Enrique Estevan de Salamanca. Foto: David Arranz

La cuantía está dividida entre los 600.000 euros que se destinarán a templos y ermitas de la Diócesis de Salamanca; los 240.000 que se utilizarán en las iglesias de la Diócesis de Ciudad Rodrigo y los 120.000 que permitirán a la Diócesis de Plasencia realizar actuaciones entre las que se encontrarán, muy probablemente, “en la torre de la iglesia de San Juan de Béjar y en las placas de la iglesia del Pilar y San José, que se están cayendo”, explicó Francisco Rico. El importe total destinado a la conservación de los templos está financiado al 50 por ciento por la Diputación y cada obispado.
El convenio va “estríctamente dedicado a mantener la estructura de cada edificio”, aseguró Javier Iglesias, lo que deja fuera el ornato y el mobiliario, así como las “valiosísimas obras de arte que acogen los templos”, sin perjuicio de que sean “los propios feligreses quienes ponen en valor el conjunto monumental del edificio”. Así, la Diputación “solo se dedica al edificio” a través de un convenio “revelador para mantenerlos en pie” y con el que se realizaron 230 actuaciones en los últimos 20 años por un valor cercano a los 7 millones de euros, si bien solo en el último periodo bianual 2014-2015 se realizaron 17 obras con un valor de 982.137 euros.
En cuanto a las intervenciones en sí que se realizarán durante el próximo año, y aunque el obispo de Ciudad Rodrigo cifró “en torno a 20” para el conjunto de las tres Diócesis, Javier Iglesias aseguró que “lo tiene que decidir aún una Comisión Mixta de Patrimonio” de las instituciones participantes en el convenio, aunque sí reveló que la mayoría de ellas, sino todas, se acometerán “en los meses de primavera y verano”. Además, recalcó que el convenio viene a actuar “no solo para mejorar la mala conservación sino el derrumbe de algunas iglesias”, aseverando que “ojalá dentro de cinco años no hiciera falta este convenio para temas estrictamente estructurales, pero queda camino por recorrer”.
Por último, el encargado de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, Raúl Berzosa, señaló que la filosofía de fondo del convenio es “recibir la herencia de nuestros mayores y mejorarla para hijos y nietos”. Explicó que el convenio continúa la senda del Concilio Vaticano II al “mantener la independencia de Administración Pública e Iglesia pero con una colaboración sana en proyectos del bien común”.

Iglesias abiertas

Respecto a las quejas planteadas por los grupos de la oposición en la Diputación al convenio, esgrimiendo que en ocasiones las iglesias que se restauran no están abiertas a los visitantes, Carlos López manifestó que “hay que compaginar el ideal con las posibilidades reales. Las iglesias están abiertas la público, pero no lo pueden estar permanentemente”, afirmó.
Así, explicó que en los municipios “abren los domingos y los fines de semana, y se facilita las visitas de los grupos que lo anuncien si se lo comunican al sacerdote”. No obstante, explicó que desde la Diócesis no pueden garantizar “un servicio continuado de apertura de iglesias con un horario determinado en poblaciones que no superan los 20 habitantes”. Además, también puso de manifiesto que una apertura continuada de las iglesias las expone a ser “objeto de atentado contra las obras de arte en su interior”. C.T.M._Agencia ICAL

IMAGEN: Puente Enrique Estevan de Salamanca. David Arranz