La Biblioteca Nacional de España ha prestado cinco importantes piezas para que sean expuestas en Cisneros. Arquetipo de virtudes, espejo de prelados, que se inaugurará el próximo 8 de noviembre en la Catedral de Toledo coincidiendo con el 500 aniversario del fallecimiento del cardenal a quien algunos denominan como “el Richelieu español”.

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Las obras cedidas por la BNE son Pontifical de Guillaume Durand: para uso de D. Alonso Carrillo, Arzobispo de Toledo (manuscrito del siglo XV); Misal de Toledo o del Infantado (del XVI); Misal de Toledo (XV); y el quinto y el séptimo volumen de Missale secundum consuetudinem almae ecclesiae Toletanae (1503-1518), conocido popularmente como Misal Rico de Cisneros.

El Pontifical de Guillaume Durand: para uso de D. Alonso Carrillo, Arzobispo de Toledo es un manuscrito castellano de la segunda mitad del XV, profusamente iluminado y con notables miniaturas. Destacan las iluminaciones de la hoja XII, con orla vegetal y animal, y la representación de los ornamentos pontificales. En la hoja 22v se escenifica la Crucifixión, copia de una estampa de Martin Schongauer. Mientras, en la 23r se representa el Pantocrator, reconociéndose también la influencia de Schongauer. Las piezas destinadas al canto tienen notación musical gregoriana cuadrada y pentagramas en rojo.

El Misal del Infantado (XVI) consta de más de 200 letras historiadas y un lujoso encuadramiento, en los que se aprecia la mano de dos artistas distintos. Es, probablemente, el único manuscrito equiparable en el espacio y en el tiempo al Misal Rico de Cisneros. Bernardino de Canderroa ilumina algunas de sus páginas en estrecha asociación con los «principios» del Misal Rico. En las otras páginas, una sencilla moldura dorada enmarca las dos columnas del texto. Datos coyunturales fijan la ejecución de la obra hacia fines de la segunda década del siglo.

Los dos volúmenes del Missale secundum consuetudinem almae ecclesiae Toletanae (1503-1518) están destinados a la misa pontifical. La obra global pertenece a la escuela toledana y está considerado como la más representativa de la miniatura castellana del siglo XVI. Su decoración, inspirada en la escuela flamenca y en la humanista italiana, está compuesta a base de orlas y borduras con flores, plantas y pájaros, sobre fondo de oro y colores. Posee abundantes letras historiadas que representan escenas evangélicas y hagiográficas. En el friso de muchas de las orlas figuran las armas del Cardenal Cisneros, que fue el prelado que lo encargó.

El Misal toledano (XV), a pesar de su importancia, ha recibido poca atención crítica desde que fue publicado en A. Paz y Meliá, “Códices más notables de la Biblioteca Nacional. Misal toledano del siglo XV”, en Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos. Recientemente, se ha señalado su procedencia de la Capilla Sixtina, y, aunque realizado en Castilla, su estilo debe ser relacionado con los maestros de la Escuela Gante-Brujas.

En la muestra catedralicia, que estará abierta hasta el 15 de enero de 2018, se exhibirán unas 250 piezas de colecciones públicas y privadas, y algunas inéditas, como una pequeña biografía del cardenal escrita poco antes de su muerte y que ha sido descubierta recientemente en el archivo capitular. Entre los tesoros históricos de la exposición se encuentran el decreto de expulsión de los judíos firmado por los Reyes Católicos y la Biblia políglota complutense, en latín, hebreo, arameo y griego. Aunque forma parte de la muestra permanente de la Catedral de Toledo, también se podrá contemplar la Custodia, encargada por Cisneros a Enrique de Arfe, la misma que “desfila” durante la festividad del Corpus Christi por las calles de la capital toledana.

 

IMAGEN: Misal Rico de Cisneros. Foto cedida por la Biblioteca Nacional de España.