La pequeña localidad riojana de Villoslada acoge esta tarde la representación de la Pasión, un clásico de Semana Santa que cuenta una escenografía única gracias a la sarga: un lienzo policromado de once metros de altura con escenas de la vida de Cristo atribuido a un pintor flamenco del siglo XVI.
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La directora de la compañía de teatro La Colodra, Virginia Muela, explicaba que esta obra se representa desde hace seis años, gracias a la participación de unas cuarenta personas, la mayoría actores aficionados. Pero el principal protagonista de este montaje religioso es el decorado, gracias a esta tela de grandes dimensiones colgada delante del retablo mayor de la iglesia parroquial y que se utilizaba hace años para cubrir los altares como símbolo de recogimiento durante los días de Semana Santa. La sarga de Villoslada de Cameros es única, no solo por su tamaño, ya que supera los once metros de altura por ocho de anchura, también por la gran calidad artística de sus pinturas policromadas, que se atribuyen al taller de Martín de Vos de Amberes en 1560. Las escenas de la obra teatral se ciñen a la vida de Jesús, su muerte y resurrección, con un guión adaptado por La Colodra, cuya directora ha incluido el personaje “etéreo” del Espíritu Santo con la soprano Anna Campmany, miembro del Coro de Cámara del Palau de la Música de Barcelona.
Además de esta joven promesa de la música lírica, el violinista Eric Massip realiza una interpretación “integrada” en la representación, durante la cual los actores “interactúan” con los espectadores, según Muela. Mientras Cristo carga con la cruz, el actor que lo representa procesiona por la iglesia y, en el momento que cae, suena una jota de Pasión en tono menor, lo que transmite una “mayor cercanía” al pueblo riojano, ha precisado. El apóstol Santiago ejerce de narrador durante la función e, incluso, sale de escena para explicar a los espectadores todos los capítulos de la Pasión. Los personajes que aparecen en las 16 escenas que se han conservado en la sarga no están ambientados en la Jerusalén del siglo I ni se corresponden a la iconografía típica de esa época, ya que su autor prefirió colorear cada pieza con ciudadanos flamencos del siglo XVI, ha precisado. Así, no aparecen romanos, hay turcos, que eran “los malos” en Flandes en tiempos de Carlos I y Felipe II, y los personajes burgueses también están ataviados al estilo centroeuropeo de esa época, con jubones, gorros frigios y una María Magdalena renacentista.
Para lograr un mayor impacto teatral, el diseñador Michel Crespo se ha encargado de confeccionar el vestuario de los actores, que lucen trajes idénticos a los personajes de la sarga, por lo que el espectador tiene la sensación de que los intérpretes han saltado del lienzo a la vida real. Esta tela costó, según el libro de la fábrica de la parroquia, 42.000 maravedíes y otros mil por su transporte desde Amberes, un “dispendio” que el municipio podía permitirse en el siglo XVI gracias a la trashumancia y al comercio de lana merina, que dio “prestigio internacional” a los pueblos de Cameros, ha relatado. Villoslada de Cameros, con 370 vecinos censados pero apenas unos 200 residentes, conserva aún entre sus calles vestigios de la hidalguía y nobleza pasada de sus gentes, con numerosas casonas blasonadas y construcciones imponentes.
EFE
IMAGEN: Lienzo policromado de 11 metros de altura con escenas de la vida de Cristo atribuida a un pintor flamenco del siglo XVI. EFE.
