En una pequeña sala del Alcázar de Toledo dos artesanos, padre e hijo, desarrollan una actividad incesante desde hace medio año para recrear la hermosa Sala Árabe del antiguo Museo del Ejército del Palacio del Buen Retiro de Madrid. Es un homenaje del Museo a su historia.

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sala árabe
Ermigio Jiménez, maestro artesano, y su hijo Alejandro, arquitecto, han dedicado “muchas horas de trabajo, todos los días, incluso fines de semana y algunas noches” a este encargo del Museo del Ejército, primero en su taller de Granada y desde hace semanas en el Alcázar de Toledo, donde se ultima esta nueva sala árabe que abrirá en la primera quincena de junio. En pleno proceso de decoración de la sala, los artesanos y Carmen García, conservadora del Museo del Ejército, explican el desarrollo de la decoración y cómo surgió este proyecto.

En 1903, uno de los yeseros más reconocidos de la época, el escultor Manuel Castaños, recibió el encargo de construir un camarín para exponer el conjunto de piezas de Boabdil que acababan de ser donadas al Museo del Ejército, entonces ubicado en el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro. Aquella Sala Árabe, que aún existe en el Salón de Reinos (forma parte del Museo del Prado) y que se inspiró en la Alhambra, es la que se ha querido representar ahora en el Alcázar para difundir la historia del Museo del Ejército, que se trasladó a Toledo en julio de 2010, y como “homenaje” al Museo de Madrid. “Son unas pinceladas de lo que todo el mundo recuerda del Palacio del Buen Retiro. Y hemos tenido la suerte, la gran suerte, de encontrar a alguien que nos lo hiciese, porque la verdad es que hoy nadie hace este trabajo. Que en 2016 hayamos encontrado a alguien que nos pueda hacer este trabajo, con esta calidad, ha sido una suerte”, reconoce Carmen García.

El conjunto de la sala lo integran un mural árabe de 5 metros de ancho y 3,5 de altura con un zócalo de azulejería, un conjunto de arcadas, con mármol blanco de Macael en la base de las columnas y espectaculares mocárabes, dos vidrieras plomadas, realizadas por el artesano toledano Antonio de la Torre, y el techo. En el centro, entre las columnas, irá una vitrina con una de las espadas árabes que había en Madrid; en las ornacinas se colocarán fotografías de salas del antiguo Museo, y del techo colgarán banderas, igual que se colgaban en el viejo Museo, con lo que el conjunto tendrá “una museografía del siglo XIX, muy romántica“, precisa la conservadora.

Sala árabe, Museo del Ejército

Historia del Museo del Ejército

Esta sala, que se denominará Historia del Museo del Ejército, también incluirá una mesa interactiva para explicar con detalle la historia del Museo e imágenes de cómo se ha acometido este meticuloso trabajo artesano. No ha sido fácil contar con artesanos que dediquen tesón y horas a un trabajo tan laborioso, pero el Museo del Ejército encontró la empresa de Ermigio y Alejandro, que acumula numerosos trabajos de decoración andalusí y árabe en general, desde baños árabes en Córdoba y Granada hasta encargos en Estados Unidos.

Ermigio explica algunas dificultades del trabajo que están culminando, en particular el montaje del zócalo del mural, compuesto por más de 4.500 pequeñas piezas de azulejería ensambladas, y las arcadas. Para el trabajo de policromía han tenido en cuenta la documentación de la Sala Árabe de Madrid pero, también, láminas de la Alhambra realizadas en 1700 por la Real Academia de San Fernando ya que los colores ‘azul ultramar’, ‘rojo bermellón’ y ‘verde gris’ admiten “muchísimos” matices. Han compaginado las dos etapas históricas, el reino nazarí y la Sala Árabe, para crear una “armonía en todo el conjunto” detrás de la cual hay muchas horas de trabajo, en el taller primero y después en la pequeña sala. La conservadora recalca que es “una sala especial, un recuerdo, una museografía del sentimiento” y añade que hay “mucha artesanía en esta sala”.

IMÁGENES: En una pequeña sala del Alcázar de Toledo dos artesanos, padre e hijo, desarrollan una actividad incesante desde hace medio año para recrear la hermosa Sala Árabe del antiguo Museo del Ejército del Palacio del Buen Retiro de Madrid, que representa un homenaje del Museo a su historia. EFE