La UNESCO y el Gobierno de Irak firmaron un acuerdo para proteger la villa arqueológica de Samarra, joya arquitectónica declarada Patrimonio de la Humanidad que está siendo objetivo de ataques terroristas.

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Mausoleo chii de Samarra

Se trata del primer proyecto que la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) impulsa con Irak dentro de un plan global de lucha contra el terrorismo en el que se incluyen también Interpol y la ONU. “Los terroristas atentan contra la cultura y el patrimonio como una táctica de guerra, para intimidar a la gente”, declaró la directora general de la UNESCO, Irina Bokova.

Este proyecto, valorado en 813.427 euros, según detalló, involucra a la población local con talleres y actividades y trata de educar y concienciar a los habitantes trabajando con expertos en arquitectura y preservación. La iniciativa, que se pondrá en marcha de forma inmediata, se enmarca dentro de la campaña Unite4Heritage en defensa del patrimonio cultural, que Bokova presentó en la Universidad de Bagdad durante su visita el pasado marzo.

El recién firmado acuerdo tiene como primera fase la conservación de la Gran mezquita y del minarete de Al Malwiya e incluye a la UNESCO; al Gobierno de la provincia de Salah-Al-Din, donde se encuentran esos monumentos; al propio Gobierno de Samarra y a los Ministerios iraquíes de Turismo, Asuntos Parlamentarios y Antigüedad.

Cultura y conocimiento para vencer al terrorismo

La ciudad arqueológica de Samarra, que en 2007 fue incluida en la lista de la UNESCO de Patrimonio de la Humanidad en peligro, está considerada capital de la cultura islámica y centro del imperio árabe abasida. Ubicado a 130 kilómetros de Bagdad, el lugar ha sido objeto de ataques terroristas por parte de Al Qaeda y más recientemente por el grupo yihadista Estado Islámico (EI). “Hay que responder ante estos atentados con más cultura, con más conocimiento, y preservando la valiosa herencia patrimonial”, añadió Bokova.

El ministro iraquí de Asuntos Parlamentarios, Ahmed Abdullah Abed Abed, afirmó que “si los extremistas siguen destruyendo Samarra es porque quieren borrar la memoria, la cultura”. Por su parte, el gobernador de dicha ciudad, Ammar Hikmeit Abdoulhasan, destacó que el terrorismo representa un peligro importante para su país, que “está librando una batalla internacional” contra una lacra que “no hace distinciones entre pueblos, culturas o civilizaciones”. En esa línea, recalcó la importancia de movilizar a la comunidad internacional y de mantener unas relaciones sólidas en particular con la UNESCO, que tiene previsto desarrollar más proyectos dentro de la cooperación establecida con las autoridades del país.

IMAGEN:  Vista del mausoleo chií de Samarra, a 110 kilómetros al norte de Bagdad, Irak. EFE/Archivo