Los cantos de trabajo de Los Llanos de Colombia y Venezuela han sido reconocidos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, anunció el Comité intergubernamental en la isla surcoreana de Jeju.  

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Esta lista, que incluye las fallas valencianas, el flamenco o la música de mariachis, busca movilizar la cooperación y asistencia internacional para que las diferentes sociedades mantengan su patrimonio cultural. Este año se han incorporado seis nuevos elementos a la lista procedentes de Botswana, Colombia y Venezuela, Mongolia, Marruecos, Turquía y Emiratos Árabes Unidos.

Los cantos de Los Llanos, propios de la actividad ganadera e interpretados a capella mientras se trabaja con los animales, están en declive en Colombia, alertaron autoridades del país. “Sobre la viabilidad de esta práctica cultural se ciernen numerosas amenazas, debido a la honda transformación socioeconómica y demográfica de la sociedad llanera”, según un comunicado de la Unesco. Entre los esfuerzos que el organismo propone para salvaguardar esta actividad, se encuentra el celebrar encuentros entre llaneros y jóvenes, formar a los maestros en la escuela y organizar diferentes certámenes de canto.

La Unesco no solo reconoció el valor de los cantos colombianos y venezolanos, sino también el de la música tradicional de Botswana, la veneración de sitios sagrados en Mongolia, las danzas marciales en Marruecos, el silbo turco y los recitales de poesía tradicional en los Emiratos.

El Comité intergubernamental, formado por representantes de 24 países firmantes de la Convención de la Unesco para la salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial, decidieron incluir en la lista estos bienes para responder a la “necesidad social” de preservar las artes y oficios tradicionales que de otro modo desaparecerían. Este comité se reúne una vez al año para examinar el funcionamiento de esa convención, adoptada en 2003, y examinar las candidaturas de inscripción en sus listas.

 

IMAGEN: Un llanero cabalga al atardecer después de su día de trabajo en Corozopando, Estado Guárico localizado en los llanos de Venezuela. EFE/Archivo