El rey del “pop art”, Andy Warhol, llega a Roma con 150 obras originales, entre ellas algunas de las más reconocidas, como “Blue Shot Marilyn”, la serie de retratos de Mao o varias de sus icónicas latas de sopa Campbell.

Canal Patrimonio_EFE

Warhol_EFE

La exposición, que puede verse  en el Palazzo Cipolla hasta el 28 de septiembre, está formada por obras de un mismo coleccionista, el estadounidense Peter Brant, amigo íntimo de Warhol durante los últimos años de su vida, según explicó el comisario italiano de la muestra, Francesco Bonami. “Tenemos la oportunidad de ver una perspectiva del arte de Warhol muy particular, el de Peter Brant, que recorre toda la creatividad del pintor desde 1950, cuando Warhol era un ilustrador, no un artista contemporáneo, hasta sus últimas obras inspiradas en la Última Cena de Leonardo Da Vinci”, especificó.

Orden cronológico: 

La muestra se dispone en orden cronológico y comienza con los primeros dibujos que el artista estadounidense realizó como diseñador publicitario e ilustrador de prestigiosas revistas estadounidenses como Harper’s Bazar o The New Yorker. Con la década de 1960 aparecen las primeras icónicas botellas de Coca Cola y latas de sopa de tomate Campbell, para dar paso a, en palabras de Bonami, la pieza “más destacada” de la muestra: “Blue Shot Marilyn”, pintada por el rey del arte pop en 1964. Este cuadro forma parte del grupo de cuatro retratos “The Shot Marilyns”, en fondo rojo, naranja, azul claro y azul oscuro, de los que es el de este último color el que se expone en Roma.

El distintivo del “Blue Shot Marylin” es la mancha blanca en la frente de Monroe, que simboliza el disparo de la artista estadounidense Dorothy Podber lanzó a este conjunto de cuadros, que se encontraban apilados en el estudio de Warhol. En la misma sala, junto al retrato “herido” de Marilyn Monroe, el visitante se encuentra también con varias “cajas Brillo”, una muestra de la filosofía de lo cotidiano empleada por Warhol para sus creaciones de esta época.

Fotografías y audiovisuales:

A partir de este momento, la muestra prosigue con los retratos del histórico dirigente comunista chino Mao Zedong, entre los que destacada el plasmado en 1972, con el que el Warhol “inicia una nueva pintura más gestual”, según se detalla en el itinerario de la muestra. También aparecen, como representantes de esta década, un gran número de sus características calaveras, y hay una sala consagrada a las instantáneas realizadas por Warhol con una cámara Polaroid, con la que inmortalizó a la “jet set” que acudían a su ático de Nueva York.

El recorrido, que también cuenta con una pequeña zona audiovisual con varios vídeos en los que aparece el propio Warhol, concluye con una versión de la Última Cena de Leonardo Da Vinci, exhibida por primera vez en Milán en 1987, justo un mes antes de su muerte. Precisamente en Milán comenzó la andadura de esta muestra, que llega a Roma después de que 225.000 personas haya visitado la edición milanesa en el Palacio Real de la capital lombarda. “Andy Warhol era un artista importante porque entendió antes de que lo hicieran muchos otros hacia dónde iba la sociedad, en un modo contemporáneo. Entendió la debilidad del ser humano y su deseo de éxito, fama y celebridad”, concluyó el comisario Bonami.

 

IMAGEN: Fotografía facilitada por The Brant Foundation for the Visual Arts de la obra “Blue Shot Marilyn”, de Andy Warhol, una de las que forma parte de la exhibición del artista, que se inaugurará mañana en el Palazzo Cipolla de Roma. EFE