El Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) ha organizado “Yo hago la calle”, una gran exposición retrospectiva del fotógrafo Joan Colom (1921), que muestra más de 500 imágenes, muchas inéditas, que retratan la vida del Barrio Chino, el Borne y el Somorrostro de Barcelona entre 1957 y 2010.

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ExpoBarcelona_EFE

La muestra, comisariada por David Balsells y Jorge Ribalta, da a conocer por primera vez la totalidad de la obra del célebre fotógrafo y, al mismo tiempo, ofrece una interpretación histórica de su trabajo, analizando su forma de retratar y su manera de entender el mundo de las instantáneas. A través de sus fotografías, documentos, películas y la recreación de las primeras exposiciones del autor se consigue revivir la dimensión histórica de una época y mostrar una innovadora manera de trabajar que nace con la nueva generación de fotógrafos, a la que Colom pertenece.

Esta nueva línea fotográfica, en la que Joan Colom se inscribe, es conocida como la “nueva vanguardia” y, con su dinamismo, renueva el lenguaje de la fotografía en España de la segunda mitad de los años 50. La muestra también recoge los lazos que Colom tenía con otros fotógrafos de esta corriente y la implicación con el grupo El Mussol, cuyos trabajos también se pueden ver en la exposición, ya que, según Ribalta, ésta es la primera vez que se “estudia un artista de su generación”.

El fotógrafo invisible
El reconocido fotógrafo destaca, según Ribalta, por la gran “espontaneidad de sus retratos”, que realizaba clandestinamente con la cámara medio escondida en la mano, y por su habilidad para representar a ese “hombre y mujer de la calle”, algo que él llevaba “al extremo”.

La exposición está organizada en dos etapas ordenadas de forma cronológica que retratan la Barcelona franquista y la Barcelona del desarrollismo olímpico, algo que, en opinión de Ribalta, permite que el espectador reflexione sobre “qué hay de diferente” entre uno y otro período.

Entre las obras de la primera etapa, realizadas entre 1957 y 1964, destacan sus reportajes sobre el Barrio Chino, el Borne y el Somorrostro, en el que ya acota los que se convertirán en sus temas más recurrentes. Entre ellos, retratos de marineros, prostitutas o la violencia de género en el espacio público, mayoritariamente desde un punto de vista bajo y con un espíritu trágico o sensacionalista, que, en palabras de Ribalta, se asemeja a la estética de la prensa del momento.

Su trabajo más tardío, realizado entre los años 1977 y 2010, ocupa tres cuartas partes del archivo, es el más desconocido y resalta la Barcelona marginal contemporánea a acontecimientos de la ciudad como los Juegos Olímpicos 1992, celebración que, según Balsells, animó a Colom a “volver a las calles”. Es en esta segunda etapa, marcada por los mismos temas que la primera, en la que Colom incorpora el color a su trabajo, que alternará con el blanco y negro.

Según Pepe Serra, director del MNAC, esta exposición es una “petición” de Joan Colom, ausente en la presentación por cuestiones de salud, quien quería ver su trabajo expuesto “antes de morir”, y es una muestra de que “la fotografía puede tener un papel mucho más importante en la colección del MNAC”.

IMAGEN:  Un visitante ante la muestra “Yo hago la calle”, del fotógrafo Joan Colom, que puede verse en el Museo nacional de Arte de Cataluña (MNAC). EFE