ES* Desde que los romanos crearon la Vía de la Plata para unir los enclaves del norte de la Península con los puertos del sur, la encrucijada zamorana fue considerada un vado de vital importancia sobre las aguas del Duero.

PT* Desde que os romanos criaram a Via da Prata para aproximar os enclaves do norte da Península Ibérica aos portos do sul, o local que hoje ocupa a cidade espanhola de Zamora foi considerado um cruzamento vital sobre as águas do Douro.

Canal Patrimonio Flumen Durius

ES* La primera referencia documental que tenemos sobre el Puente Nuevo de Zamora data del año 1167, en una concesión del obispo Esteban a favor de un grupo de comerciantes de la ciudad a cambio de su patrocinio para la fundación de la iglesia de San Miguel del Mercado. Otro documento episcopal diez años más viejo hace referencia al Puente Viejo bajo el cual se ubicaban los azudes cuya titularidad cedía el rey Alfonso VII a favor de la Catedral del Salvador.

Ambos documentos hacen pensar en la coexistencia temporal de sendos puentes a los pies de una ciudad que desde la antigüedad ha ejercido el papel de encrucijada y lugar de paso. No en vano, el enclave de Zamora ya era un punto vital en las conexiones establecidas por el Imperio Romano en la Península, especialmente en lo que se refiere a la Vía de la Plata que unía los yacimientos mineros del noroeste con los puertos del sur.

El Puente Nuevo vino a sustituir al que aún se aprecia asomando entre las corrientes del Duero en el extremo suroeste de Zamora, a los pies de la Catedral. Su ruina definitiva se ha datado en el año 1310, a pesar de saberse que a lo largo del siglo anterior aún sufrió algunas reformas destinadas a reforzar su debilitada estructura. La construcción del nuevo, dando acceso directo a la zona este de la ciudad, hacia donde ésta iba creciendo, respondía justamente a la necesidad de dotar a los barrios más dinámicos de Zamora de una infraestructura más acorde a las cambiantes circunstancias del transporte y el comercio.

A lo largo de estos casi 900 años, el también conocido como Puente de Piedra ha experimentado innumerables modificaciones tendentes a preservar y alargar la vida del que durante siglos fue el único pasaje fijo sobre el Duero con el que contaba Zamora. Su fisonomía ha cambiado sustancialmente desde entonces, siendo una de las transformaciones más llamativas la pérdida, más o menos reciente, de las dos torres que controlaban el acceso al puente desde ambas orillas hasta principios del siglo XX.

Icono de Zamora

La importancia de este puente para el desarrollo de la sociedad zamorana se puede percibir rápidamente en sus constantes referencias icónicas. Comenzando por el escudo de armas de la ciudad, donde se destacan las extintas torres flanqueando la plataforma bajo la que discurre el Duero. También se conserva un sello del Concejo de Zamora fechado en 1273 en el que se aprecia una vista de la ciudad con el puente, aún sin torres, en primer plano.

PT* A primeira referência documentada que temos sobre a Ponte Nova de Zamora remonta a 1167, numa concessão do bispo Esteban em favor de um grupo de comerciantes da cidade em troca do seu patrocínio para a construção da Igreja de San Miguel do Mercado. Outro documento episcopal, dez anos mais antigo, refere-se à Ponte Velha sob a qual as azenhas estavam localizadas, cuja propriedade foi dada pelo rei Afonso VII em favor da Catedral de El Salvador.

Os dois documentos sugerem a coexistência temporária de duas pontes junto de uma cidade que desde a antiguidade desempenhou o papel de encruzilhada e lugar de passagem. O enclave de Zamora já era um ponto vital nas conexões estabelecidas pelo Império Romano na Península, especialmente no que diz respeito aos depósitos de mineração do noroeste que ligava a Vía de la Plata aos portos do sul.

Grabado conocido como el plano de Van den Wyngaerde. Fuente: Románico Digital.

A Ponte Nova veio substituir aquela que ainda pode ser vista entre as correntes do Douro no extremo sudoeste de Zamora, aos pés da Catedral. A sua ruína definitiva

data de 1310, apesar de saber-se que durante o século anterior ainda sofreu algumas reformas destinadas a reforçar a sua estrutura enfraquecida. A construção da nova ponte com acesso direto ao lado leste da cidade, onde estava o seu desenvolvimento, responde precisamente à necessidade de fornecer às zonas mais dinâmicas em Zamora uma infraestrutura mais adequada às novas circunstâncias de transportes e comércio.

Ao longo desses quase 900 anos, a também conhecida como Ponte de Pedra sofreu inúmeras modificações para preservar e prolongar a sua vida, pois durante séculos foi a única passagem fixa que teve Zamora para atravessar o Douro. O seu aspecto alterou-se substancialmente desde então, sendo uma das transformações mais marcantes a perda, no início do século XX, das duas torres que controlavam o acesso à ponte em ambos os lados.

Ícone de Zamora

A importância desta ponte para o desenvolvimento da sociedade zamorana pode-se perceber rapidamente em suas constantes referências icônicas. A começar com o brasão da cidade, onde as duas torres já extintas destacam-se a flanquear o tabuleiro sob o qual flui o Douro. Há também um selo do Conselho de Zamora datado de 1273 em que se pode ver uma vista da cidade com a ponte, ainda sem torres, no primeiro plano.