ES* La villa de Langa de Duero, en la provincia de Soria, surge al pie de una fortaleza construida para defender la margen derecha del río. Con el tiempo se convertirá en un importante centro de abstecimiento comarcal, lo que marcará su desarrollo urbano.
PT* A vila de Langa de Douro, localizada na província espanhola de Soria, surge aos pés de uma fortaleza construída para proteger a margem direita do rio. Com o tempo, converte-se num importante centro de abastecimento comarcal, o que marca o seu desenvolvimento urbano a partir de então.
Canal Patrimonio Flumen Durius
ES* Los primeros vestigios de Langa de Duero se corresponden con la ciudad celtíbera de Segontia Lanca, si bien la población que ha llegado hasta nuestros días surge en época medieval alrededor del castillo que, desde lo alto de un cerro, defendía las orillas del río Duero a escasos 30 kilómetros de la ciudad de Aranda.
Teniendo como núcleos el castillo y la iglesia, Langa se expandió hacia las localidades más cercanas asimilando otros caseríos surgidos al pie de la fortaleza y extendiéndose hacia el río. Fue su particular ordenamiento urbanístico lo que le valió a la villa la declaración de Bien de Interés Cultural, alcanzado en agosto de 2007.
De plaza destinada a reforzar la defensa del río, Langa no tardó en pasar a convertirse también en un importante centro de abastecimiento comarcal por su localización estratégica. Esta particularidad hizo que las casas adquirieran su principal característica: un fondo muy ancho que hacía que las estancias principales estuvieran hacia el frente, manteniendo el fondo para dependencias auxiliares con accesos directos hacia callejones secundarios.
Las viviendas de la villa suelen ser de dos o tres plantas, normalmente con patio trasero, soportales y construcciones auxiliares. Son casas sorianas de la ribera del Duero, con adobe, ladrillo o mampostería en la planta baja, mientras que la planta superior está fabricada con madera con mortero o barro, además de unos balcones de madera volado con madera ornamentada.
Calles y ensanches
La localidad se articula alrededor de dos calles principales: la calle Real y la calle del Río, espina dorsal de Langa de Duero, a cuyo norte se localiza la zona más vieja mientras la ciudad fue extendiéndose hacia el sur con construcciones más modernas. Los principales espacios públicos pasan a ser los ensanches de las calles en puntos sin delimitaciones específicas de edificios, destacando el de la calle Solana, también conocida como plaza Solana, o la propia calle Real, en la confluencia con las calles Solana y del Río.
Además de las casas típicas sorianas, el pueblo cuenta con los restos del castillo medieval, la llamada Torre del Cubo, que también fue declarado Bien de Interés Cultural, si bien que con mucha anterioridad: en 1949. Otro edificios típicos son la Casa Consistorial, la ermitade la Virgen de Paúl y la iglesia de San Miguel Arcángel.
El Castillo
Sobre la fortaleza que aún se alza sobre los tejados de Langa, cabe señalar que data del siglo XV. No existen referencias sobre este edificio en los documentos que refieren la entrega de la villa a Rodrigo Díaz de Vivar, y la primera reseña escrita data de 1445, cuando el hermano del almirante de Castilla es encerrado en su torre por deseo y mandato de Don Álvaro de Luna, que desde 1441 era propietario del castillo.
El siguiente dato que se conoce del edificio fortificado es de cuando en el siglo XVI, los Reyes Católicos se alojan en él. La última noticia relevante data del siglo XVIII, época en que la villa de Langa de Duero pasa a ser posesión del conde de Miranda.
De planta cuadrada, la Torre del Cubo está construida en sillería y sus dimensiones son de 12 metros de lado y 20 de alto, llegando los muros a los 2 metros de espesor, en la que se abren pequeños vanos además de la puerta de entrada. Internamente está dividida en tres pisos además de la planta baja y la azotea, donde se aprecian los restos de un matacán.
La torre sufrió un profundo proceso de restauración, lo que la salvó de seguir el mismo destino que el resto de la fortificación, del que quedan escasos testimonios en los alrededores del cerro.
PT* Os primeiros vestígios de Langa de Douro correspondem à cidade celtíbera de Segontia Lanca, porém, o povoado que chegou até os nossos dias surge na época medieval ao redor do castelo que, do alto de um monte, tinha o objetivo de defender as margens do rio Douro a escassos 30 quilómetros da cidade de Aranda.
Tendo como núcleos o castelo e a igreja, Langa se expandiu até as localidades mais próximas, assimilando outros casarios surgidos aos pés da fortaleza e estendendo-se até o rio. Foi o seu particular ordenamento urbanístico o que lhe valeu a declaração de Bem de Interesse Cultural, alcançado em agosto de 2007.
De um lugar destinado a reforçar a defesa do rio, Langa não demorou muito para se converter também num importante centro de abastecimento comarcal, em função da sua localização estratégica. Essa particularidade fez com que as casas adquirissem a sua principal característica, um fundo muito largo, possibilitando que as estâncias principais (quartos, cozinha, salões etc) estivessem todas de frente para a rua principal e as dependências auxiliares tivessem acesso às ruas secundárias.
As casas da vila costumam ser de dois ou três andares, normalmente com pátio traseiro, soportais e construções auxiliares. São casas sorianas da ribeira do Douro de tijolos de adobe, ladrilho ou alvenaria ordinaria no andar térreo, enquanto que a planta superior está fabricada com madeira com argamassa ou barro, além de um dos balcões de madeira ornamentada com arimez.
Ruas e ensanches
A localidade se articula ao redor de duas ruas principais, a rua Real e a rua do Rio. Essa última é a espinha dorsal de Langa de Douro, em cujo norte se localiza a zona mais antiga da cidade, que foi crescendo no sentido sul com construções mais modernas. Os principais espaços públicos passam a ser os ensanches das ruas em pontos sem delimitações específicas de edifícios, entre os quais se destaca o da rua Solana, também conhecida como praça Solana, ou a própria rua Real, na confluência das ruas Solana e do Rio.
Além das casas típicas sorianas, o povoado conta com os restos de um castelo medieval, a chamada Torre do Cubo, que também foi declarada Bem de Interesse Cultural em 1949. Outros edifícios típicos são a Casa Consistorial, a igreja da Virgem de Paúl e a igreja de San Miguel Arcángel.
O castelo
Sobre a fortaleza que ainda se alça sobre os telhados de Langa, cabe destacar que data do século XV. Não existem referências sobre esse edifício nos documentos que registram a entrega da vila a Rodrigo Díaz de Vivar. A primeira resenha escrita data de 1445, quando o irmão do almirante de Castela é preso em sua torre sob as ordens de Don Álvaro de Luna, que desde 1441 era proprietário do castelo.
O seguinte dado histórico que se conhece do edifício fortificado é do século XVI, quando os Reis Católicos alojam-se nele. A última notícia relevante data do século XVIII, época na qual a vila de Langa de Douro passa a ser posse do conde de Miranda.
De planta quadrada, a Torre do Cubo está feita de alvenaria regular e suas dimensões são de 12 metros de largura por 20 de altura, chegando os muros aos dois metros de espessura, nos quais se abrem pequenos vãos além da porta de entrada. Internamente, a torre está divida em três andares, além do térreo e da cobertura aberta (uma espécie de terraço), onde se apreciam os restos de um matacão.
A torre sofreu um profundo processo de restauração, o que a salvou de ter o mesmo destino que o resto do castelo, do qual se podem apreciar hoje em dia apenas escassos testemunhos nos arredores do monte.
