La localidad tarraconense de Cornudella de Montsant ha recuperado una pequeña escultura de un arcángel del retablo barroco de su iglesia que fue quemado por unos milicianos durante la Guerra Civil, gracias a que lo salvó una vecina, cuya familia la ha conservado durante más de 80 años.

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Maria Aragonés Mas, una vecina de esta población nacida en 1892 y fallecida en 1954, fue quien en 1936 rescató la figura de un arcángel de entre las cenizas y la escondió en su casa, ha explicado a la agencia Efe su nieta, Maria Elena Morató. La estatuilla permaneció oculta en esta casa de Cornudella hasta que, en los años 70, el hijo de Maria Aragonés, el pintor Josep Maria Morató (Reus, 1923-Barcelona, 2006), se la llevó a su vivienda en la capital catalana.

Durante todo este tiempo, la figura estuvo colgada en una pared encima de una puerta sin que llamara la atención de nadie al estar “en una casa que parecía un museo, llena de curiosidades de los viajes de mi padre, de antigüedades, libros y arte”, comenta Maria Elena Morató. Sin embargo, el año pasado “cerramos la casa y al preguntarle a mi madre por la figura, y me explicó que venía de Cornudella y que la había salvado mi abuela, aunque sabía muy pocos detalles”.

Tras conocer el origen de la talla, la familia decidió restituir la escultura a su lugar original porque “era un gesto que teníamos que hacer”, marcado también como “responsables del legado documental de mi padre, muy vinculado a Cornudella”. Maria Elena Morató devolvió el arcángel al mosén Miquel Castillejo como representante de la parroquia de Santa Maria en un acto privado, al que asistió la conservadora de patrimonio Meritxell Cardona, también vecina de Cornudella, quien la restauró desinteresadamente.

“Es el único vestigio, que sepamos, del espléndido retablo original quemado”, y aunque se desconoce el lugar que ocupaba esta escultura, “por la finura de su ejecución, debía estar en un tramo inferior del altar o en las tronas”, estima la restauradora. El arcángel mide 38x25x23 centímetros y el soporte es una pieza de madera decorada con policromía de oro y pintura estofada.

 

IMÁGENES: Fotografías cedidas por Meritxell Cardona de la escultura durante y después del proceso de restauración. EFE