El detective especializado en obras de arte Arthur Brand ha encontrado dos lienzos robados en 2009, uno de Salvador Dalí y otro de Tamara de Lempicka. El detective está convencido de que las películas sobre robos de obras de arte influyen a los ladrones, que luego descubren que la realidad es muy diferente.

Canal Patrimonio

CanalPatrimonio_DalíRobado_EFE

Se mueve en una realidad que parece sacada de una película. Sabe adónde ir y a quién preguntar, y esa es la clave de su éxito. El mundo criminal tampoco es tan grande, todo el mundo se conoce.

Y su conocimiento en el terreno es tal que le ha permitido resolver aquellos casos en los que la policía hace años tiró la toalla y ello a pesar de las constantes innovaciones tecnológicas en el campo de la vigilancia y el rastreo de obras de arte.

Ficción/Vida real

Sobre las semejanzas entre el robo de obras de arte en la ficción y en la vida real, Brand cree que las películas influyen a la gente y que muchos ladrones de arte lo hacen porque lo han visto en el cine o en la tele.

Las diferencias, no obstante, son enormes, pues una vez que roban el cuadro se dan cuenta de lo difícil que es venderlo, porque es muy difícil vender un cuadro famoso robado.

Las obras robadas

“Adolescencia”, un cuadro de Salvador Dalí pintado en 1941, fue robado el 1 de mayo de 2009 por unos encapuchados que asaltaron armados el museo Scheringa de pintura realista, en la localidad holandesa de Spanbroek (norte del país), junto con una obra de la pintora polaca Tamara de Lempicka, “La musicienne”.

Se usaron como moneda de cambio en varias ocasiones, por lo que quienes finalmente los tenían en su poder no eran los ladrones originarios y no sabían que eran cuadros robados. No es muy común que el arte robado vuelva a aparecer, solo un 5 % del total, de acuerdo con este detective que ha trabajado con la policía alemana, la holandesa o la Guardia Civil española. En muchos de estos casos los ladrones destruyen los cuadros, porque es la prueba, aunque en este caso, sin embargo, no quisieron hacerlo y recurrieron al detective.

El mayor éxito de su carrera profesional, se trata de la recuperación de los caballos de Adolf Hitler, unas esculturas del dictador alemán que se daban por perdidas. Enrique Anarte_EFE

IMAGEN: El historiador holandés Arthur Brand posa con dos fotografías de esculturas desaparecidas desde 1989. EFE/Archivo