En este artículo publicado en la revista Patrimonio, la arqueóloga Margarita Sánchez Simón nos invita a descubrir el Museo de las Villas Romanas de Almenara – Puras en Valladolid, iniciamos un viaje por 1.500 años de historia…

Canal Patrimonio_Margarita Sánchez Simón

Vista exterior del Museo de las Villas Romanas Almenara-Puras
MUSEO DE LAS VILLAS ROMANAS DE ALMENARA PURAS

Más de 1.500 años separan el abandono y ruina de una villa construida a mediados del siglo IV d. C. en plena campiña arenosa, tierra de pinares por excelencia, del complejo museístico que en 2003 creó la Diputación de Valladolid: el Museo de las Villas Romanas de Almenara-Puras (MVR). El paso del tiempo, la destrucción paulatina de las diferentes construcciones, los procesos sedimentarios posteriores propiciaron –afortunadamente- la preservación de los preciosos mosaicos que otrora admiraron los habitantes de ese palacio. Sus restos quedaron sepultados bajo capas de escombros de las paredes y del tejado; y así los encontraron en 1887 como consecuencia de unas tareas agrícolas. No podría haber sido de otra manera, las tierras que en el Bajo Imperio Romano (siglos IV y V d. C.) se dedicaban a la actividad agropecuaria y, por tanto, fueron la principal razón del asentamiento de aquellas gentes en este solar, esas mismas tierras, cultivadas por labriegos varios siglos después, custodiaban este tesoro que es la villa romana de Almenara de Adaja-Puras y que despertaba de un sueño de siglos.

A este descubrimiento inicial le siguieron diferentes intervenciones arqueológicas que pusieron de relieve no solo la importancia histórica del sitio, además su inigualable valor patrimonial y el singular interés que para el conocimiento del pasado romano de la provincia de Valladolid tenía. No en vano sus excepcionales valores culturales le hicieron acreedor de la denominación de Bien de Interés Cultural en 1980. Por todas estas razones, en 1996 la Diputación de Valladolid en colaboración con la Universidad de Valladolid inició un proyecto conjunto de puesta en valor integral en el que también ha participado la Junta de Castilla y León, y que culminó en 2003 con la apertura del MVR.

Así la casa, la pars urbana, convertida en un yacimiento arqueológico musealizado resurgía de entre la tierra y 1.500 años después de su destrucción nos evoca lo que fue la riqueza e importancia del mundo rural del Bajo Imperio Romano y las formas de vida de sus propietarios.

 

Mosaico, museo de las Villas Romanas Almenara - Puras

 

Sin duda la inauguración de este foco de turismo cultural, en un soleado día primaveral de hace más de 14 años fue todo un acontecimiento, el cierre de una etapa en la que se ejecutó un ambicioso proyecto de puesta en valor de patrimonio arqueológico y el punto de partida de nuestra actual labor de difusión, didáctica, conservación y acrecentamiento de este elemento del patrimonio cultural de nuestra Comunidad Autónoma. Dos importantes premios avalan nuestra labor: la Medalla Europa Nostra y el Premio AR&PA.

Es el MVR un centro de arquitectura singular propiedad de la Diputación de Valladolid y gestionado por esta misma entidad. En el llano paisaje meseteño emerge, como un elemento completamente ajeno a él, una construcción de hormigón, madera, acero y cristales, un perfecto contenedor para preservar y exhibir uno de los conjuntos arqueológicos más emblemáticos de Castilla y León. Pero no se trata solo de preservar y exhibir; el MVR tiene la finalidad de mostrar y explicar (en definitiva una vocación didáctica) cómo vivieron los terratenientes de la Hispania bajoimperial, sus siervos y sus esclavos en el campo, en un momento durante el cual se produjeron profundas transformaciones de índole política, social y económica. De hecho se trata de un espacio museístico único en España dedicado a este tema de una forma monográfica.

El MVR cuenta con varias edificaciones. Una de ellas cobija los restos arqueológicos conservados in situ de la villa romana, que se visita a través de una pasarela elevada de modo que se contemplan perfectamente las diferentes partes de la casa. El palacio ocupa más de 2.000 m2 y entre sus estancias encontramos el vestíbulo de entrada, salones para recibir, grandes comedores, dormitorios, salas de estar (entre las que destaca una con gloria), almacenes y los baños privados (con vestuario y estancias fría, templada y caliente además de la ostentosa de perímetro trilobulado). Los suelos de mosaico y los revestimientos pintados que aún conservan algunos de sus muros son muy indicativos del lujo de la casa y de las formas de vida propias de las clases terratenientes. Entre todos los pisos musivos destaca el que tapiza una estancia de planta octogonal, un gran salón que impacta por sus dimensiones y por la belleza de la representación de la escena mitológica que narra cómo el caballo Pegaso hace brotar la Fuente Hipocrene. El pasaje mítico que se representa fue narrado entre otros por Hesíodo; no obstante por las particularidades con las que se plasma podría entenderse como un trasunto de la fertilidad del fundus (la tierra de la granja) beneficiada por la abundancia de agua y cuyo fruto más valorado quizás fueron los caballos que se criaron, uno de los cuales debió ser especialmente apreciado por su dueño que aquí lo inmortaliza.

 

Museo de las Villas Romanas Almenara-Puras

 

Otro edificio ofrece al turista información sobre lo que fueron y significaron las villas en el Imperio Romano, desde sus aspectos arquitectónicos hasta los sociales y económicos; así mismo se explica cómo vivieron los domini y sus familias en sus granjas. El montaje expositivo está formado principalmente por paneles retroiluminados en los que los textos están profusamente acompañados por dibujos y fotografías ilustrativas de los diferentes aspectos tratados; en este sentido resultan muy sorprendentes e interesantes aquellas que reproducen mosaicos o relieves de la época romana. Otros medios son los audiovisuales, las maquetas, las reproducciones de objetos y las piezas originales, entre las que destacamos sin duda una pequeña lápida funeraria con forma de ara en la que se menciona a uno de los trabajadores de la finca muerto a la edad de 17 años. 

Lo último que se visita es la recreación de uno de estos palacios, una construcción de más de 600 m2 que contiene todos los elementos que hacen que el visitante pueda retrotraerse a la época romana y deambular por los corredores del peristilo (patio con jardín), entrar en el gran comedor, correr la cortina de la alcoba, transitar por las termas y pasar a las letrinas…

El complejo se complementa con un parque infantil con columpios, toboganes y otras diversiones basadas en la cultura romana. Es un espacio de esparcimiento abierto a todo aquel que quiera acercarse.

Difundir y conservar; estos son los principales objetivos del MVR ya lo hemos adelantado. Y para esta tarea contamos con un completo programa de turismo familiar y escolar que incluye diferentes actividades de tipo lúdico y didáctico; entre ellas nuestros talleres para los alumnos de centros educativos, el campo de trabajo de arqueología, conciertos, exposiciones, charlas,… Y además acrecentar; es decir promover las investigaciones sobre este asentamiento que conoce una dilatada ocupación en el tiempo desde la Prehistoria Reciente hasta avanzado el siglo V d. C., dándolas a conocer, no solo al público especializado en medios académicos (artículos en revistas científicas, conferencias,..), además a todos nuestros visitantes para los que se ha editado una guía disponible en el centro.

En definitiva, acercarse al MVR supondrá disfrutar de una experiencia inigualable, de sensaciones propias de aventuras para todos los públicos.