Atapuerca campaña 2019

El ancestro del oso de las cavernas, leones, puercoespín, tortugas terrestres, tigre de dientes de sable, hienas, pigargos… Homo sapiens, Homo heidelbergensis, Homo neanderthalensis y Homo antecessor, cuatro géneros de humanos diferentes que constatan la evolución de las especies en un lapso de más de 800.000 años. Todo ello reunido en un yacimiento de una sierra del centro de la provincia de Burgos. Un verdadero parque temático para paleontólogos de todo el mundo.  

Canal Patrimonio_ Daniel González Martínez/ Fundación Atapuerca 

Atapuerca campaña 2019
Juan Luis Arsuaga, el consejero de Cultura y Turismo, Javier Ortega, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell con los fósiles que han presentado en rueda de prensa en los yacimientos de la sierra de Atapuerca.

Cuando hablamos de Atapuerca, es imprescindible en primer lugar ser consciente de la magnitud del yacimiento dividido en dos grandes zonas: La Cueva Mayor y La Trinchera del Ferrocarril. Cada uno de ellos cuenta con diferentes cavidades y salas que requieren de una actividad e investigación diferentes según la cronología de sus estratos y de los fósiles hallados. Asimismo, es necesario entender que muchos de estos yacimientos cuentan con numerosas capas fechadas con cientos de miles de años de diferencia unas de otras.   

Por este motivo, el conjunto de los yacimientos de la sierra de Atapuerca se concibe como un enclave único en el panorama mundial. Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Bien de Interés Cultural y Espacio de Interés Natural, son algunas de las categorías oficiales que se han concedido a este sitio arqueológico, que cada año con nuevas campañas hace honor a su fama internacional, detallándonos más sobre el estilo de vida y herramientas utilizadas de estos humanos hace cientos de miles de años, y la fauna y flora con la que convivían.  

La última expedición realizada en este mes de julio ha reunido un total de 283 profesionales pertenecientes a diferentes instituciones nacionales e internacionales, que han trabajado en los diferentes yacimientos de la sierra coordinados por la Fundación Atapuerca y con la ayuda financiera de la Junta de Castilla y León.  Todo ello ha arrojado nueva información científica, que añadida a las décadas de excavaciones, suponen una cuantiosa y valiosa fuente de datos sobre la evolución humana, que necesariamente tiene que llegar a toda la población para poner en valor la excepcionalidad de este conjunto.

 

Clima, fauna y el gran vacío del Homo antecessor

En esta campaña, las excavaciones en la Trinchera del Ferrocarril se han centrado en ordenar en espacio y tiempo los fósiles, alguno de ellos de cerca de 1,4 millones de años de antigüedad. En la Sima del Elefante se han encontrado restos faunísticos de diferentes especies como oso, ciervo, castor, tortuga, pigargo o suido, cuya presencia en esta zona apunta a que el clima en la sierra era templado y húmedo hace un millón de años.

Pero una de las joyas de la corona del yacimiento es el área conocida como Gran Dolina, donde se descubrieron los restos de Homo antecessor de hace unos 850.000 años, hito que posicionó a Atapuerca en el mapa de la arqueología y la paleoantropología mundial. Desde las intervenciones que comenzaron en la segunda mitad de los años 80, se ha hallado en su capa más joven (TD10) más de 97.000 restos faunísticos y 37.000 instrumentos de piedra, datados en más de 400.000 años de antigüedad.

Esta campaña se ha centrado en excavar en la capa TD9 de la Gran Dolina, donde se han recuperado restos arqueológicos de algunos instrumentos líticos y se ha avanzado en el descubierto del techo del nivel TD8. Sin embargo, está todavía el reto de poder confirmar, a través de la excavación en extensión del yacimiento, si existieron otras ocupaciones humanas entre TD9 y TD6, correspondientes a una cronología entre 850.000 y 500.000 años, lapso de tiempo en que la presencia humana en Europa está muy poco documentada.

Preparativos en el yacimiento de Atapuerca para el comienzo de la nueva campaña. Foto: Fundación Atapuerca

Ya en los niveles inferiores de la Gran Dolina, los más antiguos, se ha avanzado en el conocimiento del ancestro del emblemático oso de las cavernas, el Ursus dolinensis. La muestra hallada en este sector de este antiquísimo animal es la más numerosa del mundo y gracias a esta colección de fósiles podemos conocer nuevos datos sobre su morfología y comportamiento.

También se ha trabajado en el área bautizada como Cueva Fantasma, donde se han afianzado los trabajos de ingeniería para la construcción de la cubierta del yacimiento y acondicionar sus accesos. En total un área de 300 m2, donde se han descubierto una gran cantidad de restos de équidos, así como de carnívoros como hienas, osos, lobos, zorros, tejón, león y lince. No obstante, destaca de esta excavación el hallazgo de un cuchillo de dorso, que evidencia el uso de este espacio por parte de los Neandertales.

 

Del Neolítico al hogar del Homo Heidelbergensis

En el otro gran sector de la sierra, La Cueva Mayor, se ha trabajado en tres de sus yacimientos: el Portalón, la Galería de las Estatuas y la Sima de los Huesos. En el primero se ha trabajado sobre un nivel Neolítico, donde se han hallado dos colgantes, uno realizado en piedra y otro posiblemente en concha, además de un hacha pulida de bella factura y realizada en un tipo de roca traída posiblemente desde los Pirineos o los Alpes.

En la Galería de la Estatuas durante la campaña de 2019 se ha excavado en dos sectores distintos que corresponden al Pleistoceno Superior, en un momento en el que la sierra de Atapuerca estaba habitada por Neandertales. En la presente campaña se han recuperado tanto restos de fauna, entre ellos restos del puercoespín, especie poco abundante en esta época, así como herramientas de piedra.

Otra de las áreas más importantes de Atapuerca, es la Sima de los Huesos, con cerca de 430.000 años de antigüedad, es el lugar del mundo que ha proporcionado la mayor cantidad de fósiles del género Homo. Desde que comenzaron las excavaciones sistemáticas, en 1984, se han recuperado allí alrededor de 7.000 fósiles humanos correspondientes a todas las regiones del esqueleto y que pertenecieron al menos a 28 individuos de ambos sexos y distintas edades de muerte. De los restos humanos recuperados destacan diecisiete cráneos, entre ellos el cráneo de Homo heidelbergensis mejor conservado del mundo que recibe, popularmente, el nombre de “Miguelón” en honor a Miguel Indurain.

Cráneo encontrado en la Sima de los Huesos, mostrando los dos orificios producidos aparentemente por un mismo objeto punzante, causante de la muerte violenta e intencionada del individuo. CC BY 4.0

Los resultados en la campaña de 2019 han sido calificados de excelentes por la organización después de que se hayan recuperado una decena de fósiles humanos, entre los que destaca un importante fragmento de pelvis. Este tipo de fósil es muy raro en otros yacimientos del mundo, por lo que su hallazgo puede calificarse de excepcional y su estudio ayudará a entender mejor la dinámica del parto y la paleobiología de aquellos humanos.