El grupo “El Paso” fue un revulsivo en el árido panorama artístico de la España que se abría en la segunda mitad del siglo XX. Algunas de las obras que nacieron de los pintores y escultores que la conformaron se exponen en la Sala Kubo de la capital donostiarra.

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Expo El Paso - San Sebastian 2- EFE- 20092013
“El Paso. Abstracción y vanguardia” mostrará hasta el 19 de enero un total de 45 lienzos y esculturas de Rafael Canogar, Luis Feito, Juana Francés, Manolo Millares, Manuel Rivera, Antonio Saura, Antonio Suárez, Manuel Viola, Pablo Serrano y Martín Chirino. La exposición, comisariada por Dolores Durán, se completa con fotografías y diversa documentación, entre ella el manifiesto fundacional de “El Paso”, que escribió el crítico de arte José Ayllón y firmaron en marzo de 1957 en Madrid todos los artistas citados, excepto Chirino y Viola, que se incorporaron al grupo posteriormente.

“El Paso -decían- es una agrupación de artistas plásticos que se han reunido para vigorizar el arte contemporáneo español, que cuenta con tan brillantes antecedentes, pero que en el momento actual, falto de una crítica constructiva, de ‘marchands’, de salas de exposiciones que orienten al público y de unos aficionados que apoyen toda actividad renovadora, atraviesa una aguda crisis”.

Con la última comunicación, en mayo de 1960, escrita por Antonio Saura, pusieron fin a una aventura en la que no consiguieron implicar a músicos, arquitectos y literatos como parte de la “plástica revolucionaria global” que propugnaban, ha recordado la comisaria.

Expo El Paso - San Sebastian- EFE- 20092013
Denominador común
Todos esos artistas, algunos de los cuales abandonaron el grupo antes de 1960, tuvieron luego una trayectoria individual reconocida, aunque en este caso se han seleccionado únicamente obras del periodo de actividad del grupo y de los años inmediatamente posteriores con el propósito de “extraer la esencia” del colectivo. La abstracción es el común denominador, así como la influencia de las pinturas negras de Goya, que queda especialmente patente en “Sueño goyesco”, óleo de Manuel Viola de 1960 con el que se cierra el recorrido por la exposición.

De las paredes de la Sala Kubo cuelgan también las telas de araña de Manuel Rivera que participaron en la Bienal de Venecia, uno de los espacios internacionales por los que pasaron estos creadores, que expusieron en el MoMA neoyorquino y en el Guggenheim y la galería Pierre Matisse, en la misma ciudad, y cuya última aparición colectiva fue en octubre de 1960 en la galería L’Attico de Roma.

De Saura se ha incluido además una “Multitud” de 1961, como recuerdo a la exposición monográfica que Kubo dedicó al artista hace una década, y de Feito, un artista al nunca le ha gustado hablar de su obra, tres óleos del último año del grupo en los que se encuentra luz y oscuridad.

IMÁGENES: La Sala Kubo de San Sebastián presenta una nueva exposición dedicada a la obra del grupo El Paso, cuya influencia es patente en la evolución que siguió el arte español de posguerra. EFE