El arqueólogo Hermanfrid Schubart, destacado por su contribución en el estudio de la colonización fenicia en la Península Ibérica, considera que “la mejor protección para los monumentos es la educación, no las vallas”, una conciencia indispensable para la conservación.

Canal Patrimonio_Isabel Díaz

 

Schubart, que pronunció este fin de semana una conferencia en el Museo de Vélez-Málaga (MUVEL) sobre las investigaciones del Instituto Arqueológico Alemán de Madrid y su labor en los yacimientos de Toscanos y Morro de Mezquitilla entre otros, ha subrayado sobre la conservación de los restos arqueológicos originales “que gracias a las infraestructuras museísticas se ponen en valor”.

En una entrevista realizada con la Agencia Efe, el también historiador ha reconocido que las rutinas arqueológicas han cambiado mucho desde su primera excavación en el yacimiento fenicio de Toscanos como aprendiz en 1964, ya que entonces solo eran “tres arqueólogos”, una dinámica que ha evolucionado.

“En excavaciones posteriores similares han participado antropólogos, un botánico, un zoólogo, un especialista en suelo y muchos más especialistas”, por lo que Schubart ha reconocido que en la arqueología moderna “no interesa una tumba bonita”, sino “saber la manera en la que vivían, qué comían, cuál era el ambiente natural que tenían o de qué murieron”.

Schubart ha destacado que “la arqueología del siglo XIX iba por hallazgos como piezas de oro” mientras hoy importan más los modos de vida, por lo que un pozo de trigo es “incluso más interesante que una pieza de oro” para los avances actuales.

Aún quedan muchos yacimientos por descubrir en la Península Ibérica

Además, ha admitido que en el sur de la Península Ibérica “aún quedan muchos yacimientos por descubrir”, sobre todo de origen fenicio en Toscanos o en el Morro de Mezquitilla. Cree que se puede excavar aún más “en la zona alta donde probablemente hay edificios públicos o templos, ya que el Instituto Arqueológico Alemán solo excavó en las laderas, dónde se encontró edificios de hábitat”.

“Al final de las excavaciones debe haber alguien que las proteja”, ha reconocido Schubart, que ha apuntado que algunos yacimientos fenicios de la zona de la Axarquía malagueña han sido tapados tras las labores arqueológicas con “una malla impermeable como protección” con el fin de que “futuras generaciones tengan la posibilidad de volver a estudiar estos restos”.

Buscando la legendaria ciudad griega de Mainake

Aunque los historiadores Adolf Shulten y Hans Georg Niemeyerbuscaban la legendaria ciudad griega de Mainake en las excavaciones alemanas de 1964-67 en la zona costera de la Axarquía, Schubart opina que en la actualidad encontrar este poblamiento “no es central ni decisivo para la arqueología”. “Al igual que hoy no se buscan tesoros tampoco es tan importante si no se conoce la ciudad de Mainake”, ha espetado el historiador, aunque ha reconocido que sería algo positivo encontrar esta mítica población “de forma casual” durante otras investigaciones.

Ha señalado que cuando en el yacimiento de Toscanos se encontraron los dos primeros fragmentos protocoríntios y cerámica ática “parecía algo griego” aunque al final se demostró que “nada tenía que ver con Mainake”, por lo que Niemeyer realizó una tesis que defendía la posibilidad de que ese nombre “pudiera haber quedado para unas ruinas fenicias, aunque es solo una especulación”.

Por último, este arqueólogo ha destacado que gracias a las últimas instalaciones museísticas en el núcleo de Vélez-Málaga “tranquilamente se pueden traer más piezas originales desde el Museo de Málaga al MUVEL”, ya que valora el museo de la ciudad como “una instalación permanente, si cabe para la eternidad”.     

 

IMÁGENES: El arqueólogo Hermanfrid Schubart, destacado por su contribución en el estudio de la colonización fenicia en la Península Ibérica. EFE