El patrimonio no puede permanecer al margen del desarrollo tecnológico como si fuese algo obsoleto que contemplar desde la lejanía. Todo lo contrario, el patrimonio es algo vivo que necesita de una gestión integral que permita su trasmisión a las generaciones futuras en las mejores condiciones. Pero además el conocimiento de los datos en tiempo real que aportan las tecnologías facilita la gestión y la toma de decisiones, lo que contribuye a la resolución más rápida de los problemas y, en consecuencia, el abaratamiento de los costes y la garantía de la integridad y autenticidad de los bienes, así como la planificación de acciones a corto, medio y largo plazo.

Canal Patrimonio_Rosa Ruiz Entrecanales

Patrimonio es un término de origen económico que significa posesión. Europa es un constructo que se ha generado con una larga historia por detrás. Sí hablamos de cultura e historia. ¿dónde ponemos el inicio? El momento más reconocido posiblemente sea el Mundo Romano y lo que éste significa. Pero los movimientos ya se inician antes, algunos lingüistas, al desmontarse la teoría de las sistemáticas invasiones, limitadas ahora a aculturaciones, lo llevan al Neolítico, con similitudes pese a las diferencias cronológicas que se aprecian en Europa. Pero es con el desarrollo del Bronce y por supuesto del Hierro, cuando esas tradiciones y costumbres se extienden en los diferentes países e indudablemente con los romanos y la extensión de una lengua, legislación, formas constructivas, cultura, en definitiva, aunque no se nos debe olvidar que impuesta y a la larga aceptada, porque en los procesos históricos vemos como lo que es mas práctico, cómodo o fácil se integra rápidamente.

Y la manifestación de todo esto ha quedado grabado en nuestro ADN en forma de un rico patrimonio que románticamente se denomino “la vieja Europa”. Todos diferentes, pero con tantas cosas que nos asemejan. Vemos nuestros monumentos o nuestras ciudades, o las cuevas con arte prehistórico, sobre todo el franco-cantábrico, y ¿dónde está la frontera? Salvo las diferencias estilísticas regionales, ¿es muy distinto el concepto del románico alemán o el portugués? ¿Es muy diferente el concepto de ciudad medieval en Francia o en España? Y si llegamos al siglo XX con los movimientos más fáciles de la población. ¿dónde están las diferencias? Existen y muy grandes, pero no en el concepto. Realmente hoy la globalidad está marcada por la facilidad del trasporte y de las comunicaciones. Pero también esta facilidad hace que estemos perdiendo, al menos en lo que a patrimonio se refiere, porque se nos está olvidando lo más importante vivir en sociedad, en esa sociedad forjada a lo largo de los siglos y que se plasma en los conjuntos históricos y en la riqueza patrimonial que se extiende por Europa con una gestión muy olvidada por muchos dirigentes.

La historia es cíclica y posiblemente estemos en el momento de decadencia y cambio que llevó al final del Mundo Romano, o de cualquiera de las sociedades que le sucedieron. Por eso no es preocupante ya que detrás está un nuevo renacimiento. No es preocupante porque, al igual que la economía la sociedad tiene su propio sistema de reciclarse, pasarán unos años y nuevamente todo florecerá y esta cultura tan desarraigada, tan perdida encontrará su camino, seguramente en otra vuelta a la humanidad que nos lleva a sociedades mejores. El problema es todo lo que podemos perder por en medio. Pero además en esta crisis intervienen factores hasta ahora desconocidos como es el auge de la tecnología muy vinculada a la comunicación, que debemos ser capaces de utilizar a nuestro favor.

La importancia del patrimonio como símbolo de lo que somos

Y es en este punto importante donde el patrimonio constituye lo inmutable, lo que permanece, lo que nos da raíces, pero no es un monumento, su restauración o el turismo que parece que implica. No, es mucho mas, es el espíritu del sitio, es la globalidad que entraña, es la contemplación del conjunto, y aquí da igual que hablemos de un museo o una ciudad. Al final el patrimonio implica a todo, al urbanismo, al turismo, a la seguridad, a la difusión, a la accesibilidad, al ciudadano, al medio ambiente, por supuesto a la educación, siendo este uno de los puntales que deben sostener al patrimonio como símbolo de lo que somos.

Normativa, europea, nacional, regional, local y no es suficiente porque no hay medios. Se insiste en la necesidad de creación de equipos, de gestión integral, de relación entre todos los sectores intervinientes, de participación y aquí radica uno de los quid de la cuestión. Cada área afectada por el patrimonio lleva su camino al margen de los demás. Sistemáticamente se habla de la problemática del turismo y la masificación y alguna vez se produce una gestión conjunta entre los afectados y los gestores. Da igual hablar de un museo o una ciudad, al final lo que se trata es de que cada elemento patrimonial sea contemplado en su integridad, porque ver las Meninas en medio de un montón de flases es parecido a pasear por una ciudad vacía de habitantes y llena de tiendas de souvenirs que sirven para cualquier sitio que visitemos, o ver cómo hemos perdido el uso de los espacios públicos que estamos reconvirtiendo en diseños de productos comerciales iguales en todos los sitios, ¿para qué? ¿Para que paseen los turistas?

Aplicación de nuevas tecnologías en la ciudad

Y en esta coyuntura nace SHCity, un proyecto de cooperación europea que busca esta gestión global de los conjuntos históricos. Utilizando el desarrollo de las nuevas tecnologías aplicadas al patrimonio, buscando una solución tecnológica para mejorar la gestión de conjuntos urbanos históricos, facilitando su mantenimiento y que mejore la toma de decisiones. La utilización del big data, es decir gran cantidad de datos reales procesados para llegar a una interpretación que facilitase la compresión, en patrimonio no es una novedad, ya Leroi Gourham en la sistematización e interpretación del arte prehistórico utilizó este sistema aunque fuese manual. Ahora el fin es la búsqueda de una solución tecnológica que permita mejorar la gestión, conservación y el desarrollo turístico en los conjuntos históricos europeos, todo ello mediante una red de sensores instalados estratégicamente y que controlen a tiempo real multitud de parámetros ambientales, estructurales, de seguridad, de eficiencia y consumo energético, o los flujos de visitantes y el tipo de visita. El proyecto se estructura en torno a cinco aspectos que se han considerado de la gestión: conservación preventiva, eficiencia energética, seguridad, gestión de uso y turismo. Destaca la necesidad de conocimiento real para poder gestionar de forma efectiva. Y por supuesto, lo que se haga debe servir para poderlo ejecutar en cualquier conjunto histórico europeo.

En el SHCity participan varios centros e institutos tecnológicos de carácter privado (Aidimme, Cartif, Técnalia y Novatek), la universidad Facultade de Ciencia e Tecnología da Lisboa, la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico y el Ayuntamiento de Ávila como caso piloto en el que desarrollar el proyecto.

Partimos de la necesidad de implementar sistemas que sean compatibles con esa necesaria “trasparencia” que cualquier elemento que se coloque en un lugar patrimonial debe tener.
De esta manera en SHCity se busca llevar a cabo una gestión patrimonial que nos permita conocer los problemas que afectan al patrimonio en el momento en que estos comienzan a manifestarse, para que las soluciones a tomar sean más rápidas, impidiendo así la posible degradación o afección que este monitorizada, y sean menos costosas al tomar las medidas en el principio del problema. Se parte de bases como la carencia generalizada de planes de gestión integral de los conjuntos urbanos, dificultad de conservación en lugares cerrados o con elementos en riesgo, falta de mantenimiento, cambios de uso y de sistemas energéticos, falta de concienciación en acciones que pueden entrañar riesgo para los monumentos, necesidad de diferentes sistemas de seguridad, aplicación de nuevos procedimientos de control de temperatura y humedad en las colecciones museísticas relacionados con procedimientos que garanticen la seguridad, como por ejemplo ante la alerta se modifica, mediante una serie de algoritmos programados, la temperatura y la humedad.

SHCity en Ávila

Y como piloto de estas investigaciones se ha elegido la ciudad de Ávila, declarada Patrimonio Mundial, con un Conjunto Histórico destacado por los valores de autenticidad e integridad que ha mantenido a lo largo de su historia y que aún hoy sigue siendo el centro neurálgico de la vida de la ciudad. En ella se han planificado diferentes actuaciones con la participación activa de todos los socios, algunas de las cuales se describen a continuación.

Gestión de la seguridad física en tres zonas piloto del casco histórico de Ávila mediante desarrollos técnicos específicos: evitar vandalismo, robo y expolio (con sensores en la zona arqueológica de las Tenerías Judías); prevención de riesgos para el ciudadano/turista (con imágenes de alta resolución y reproducción virtual 3D en la iglesia de San Segundo, fotomodelado 3D del cubo de la Mula, y medición láser del eje de la cruz del ábside de la Catedral, comprobando en ambos casos su estabilidad.

La eficiencia energética es uno de los grandes temas tratados por el sistema SHCity, pero aquí no se trata únicamente de seguir facturas o incluso kilowatts en tiempo real. La consideración de la eficiencia energética solo tiene sentido si se consideran al mismo tiempo las condiciones de confort y la relación con los usos. En el contexto del proyecto se realiza un enfoque sobre el palacio Superunda, que acogerá una densidad importante de sensores o la iluminación de la muralla.

La conservación se lleva a cabo en diferentes edificios y se analizan factores como la temperatura, humedad, luminosidad o la presencia de xilófagos en la madera, así como varios elementos de contaminación y de seguridad estructural. No son solo análisis de situaciones sino también búsqueda de soluciones que eviten posibles deterioros de los bienes.

En otros niveles la conservación también afecta a determinadas formas de tráfico rodado, no solo por la contaminación, sino también por procesos más vinculados a la falta de concienciación como es el paso por lugares restringidos, accesos por las puertas de la muralla en los que los indicadores de prohibición por altura y peso no son suficientes para impedir el paso, dan la posibilidad de usar las tecnologías para resaltar esta necesidad de respeto y puede ser un ejemplo de cómo se deben estudiar nuevos sistemas adaptados al patrimonio.

A nivel de turismo se han desarrollado un panel táctil 3D y una APP para Smartphone de la ciudad que no sólo aporta una información urbana y de los monumentos al turista, sino que a su vez recopilan información que permite, mediante diferentes sistemas, una mejor gestión de flujos y que con el establecimiento de ocupaciones límite, permite modificar de forma inmediata las recomendaciones de movimiento en la ciudad.
En definitiva, gestionar mediante aplicaciones tecnológicas es gestionar para preservar, para facilitar, para trasmitir, para que el patrimonio no parezca una carga y tenga un largo futuro y todo ello con un pensamiento subyacente de la importancia de lo que tenemos en nuestras manos.

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