La Universidad de Valladolid (Uva) está realizando un trabajo de documentación sobre las murallas de la ciudad francesa de Carcassonne, que permitirá a los arqueólogos conocer la cronología y realizar un diagnóstico del estado de conservación de esta fortificación.

Canal Patrimonio

Vista de la ciudad amurallada de Carcassonne
El Laboratorio de Fotogrametría Arquitectónica (LFA), perteneciente a la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Valladolid (UVa), ha llevado a cabo una serie de trabajos de documentación destinados a realizar un levantamiento gráfico de las murallas de Carcassonne (Francia). La investigación permitirá el estudio de estas estructuras mediante una técnica mixta basada en varias tecnologías novedosas.

La documentación permitirá a los arqueólogos conocer la cronología y realizar un diagnóstico del estado de conservación de esta fortificación. La UVa forma parte del proyecto internacional de investigación, estudio, levantamiento y datación de las fortificaciones de la ciudad de Carcassonne autorizado por el Ministerio de Cultura de Francia, que se prolongará durante varios años.

En  equipo de trabajo está integrado por técnicos de la Universidad de Rennes (Francia), la Universidad de Barcelona y la Universidad de Valladolid, coordinados por los arqueólogos Marie-Elise Gardel, directora del proyecto y miembro del Centro de Investigaciones Históricas sobre las Sociedades Mediterráneas de Francia, y de Nicolas Faucherre, especialista en fortificaciones y miembro del Laboratorio de Arqueología Medieval y Moderna del Mediterráneo.

Tecnología aplicada

El trabajo de campo inicial, según detalla el responsable técnico de estos trabajos, José Martínez Rubio, ha consistido, en primer lugar, en señalizar una red de puntos de control geométrico con forma de pequeñas dianas. “Estos puntos han sido medidos con un instrumento topográfico de altísima precisión y constituyen el ‘esqueleto’ métrico rígido de todos los trabajos posteriores”, explicó.

También se ha realizado un registro fotográfico exhaustivo mediante imágenes tomadas con cámaras calibradas, de las que se obtendrán ortofotos de los paramentos (fotografías aéreas corregidas geométricamente para evitar las deformaciones causadas por la perspectiva), sobre las que se pueden realizar mediciones. “Son auténticos planos arquitectónicos realizados mediante fotografía que servirán para poder elaborar el diagnóstico de conservación y el análisis arqueológico”, precisó Martínez Rubio.

Por último, se ha realizado un escaneo mediante un dispositivo láser que permitirá obtener una medición precisa de todas las superficies, formando un modelo en tres dimensiones con precisión milimétrica que describe las superficies expuestas de las murallas.

El proyecto para el estudio, levantamiento y datación de las fortificaciones de la ciudad de Carcassonne se inició el pasado año con una serie de pruebas piloto en un pequeño sector de la muralla. “Pusimos en práctica toda nuestra experiencia en técnicas como la digitalización mediante escáner láser, la fotogrametría o la topografía“, explicó el investigador del LFA, quien recordó que esta primera experiencia “fue muy valorada y considerada de gran calidad científica, lo que ha permitido que se conceda la ampliación del proyecto a tres años”.

La muralla, una mezcla de técnicas y épocas

Los trabajos de digitalización llevados a cabo en la presente campaña han aglutinado aproximadamente un tercio de los dos recintos amurallados de Carcassonne, pertenecientes a épocas de construcción muy distintas, desde una parte romana a una medieval, pasando por la polémica restauración por Viollet-le-Duc en el siglo XIX. “El doble recinto amurallado es una mezcla fabulosa de técnicas y de épocas. En este estudio tratamos de hacer una clasificación de todas las zonas y de identificar a qué épocas se corresponden con el fin de comprender cuál ha sido la historia de desarrollo de la ciudad”, agregó.

Tras el trabajo de campo comienza ahora la fase de procesado de datos en los equipos del LFA, ubicado en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Valladolid. Los investigadores esperan poner a disposición del proyecto a finales de este verano toda la documentación de la zona que se ha registrado, con el fin de que los arqueólogos puedan trabajar sobre esos planos fotográficos detallados.

“En ellos es posible observar perfectamente no solo la geometría de las piedras, sino también sus cualidades físicas y visuales como la textura o el color, pudiendo identificar las distintas canteras o distintas técnicas de labra de los sillares lo que ayudará a establecer la cronología y a hacer un diagnóstico del estado de conservación”, subraya el investigador.

El proyecto es posible gracias a la confluencia de un equipo científico multidisciplinar, que aglutina a historiadores, arqueólogos, geólogos o biólogos. La participación de la Universidad de Valladolid en el proyecto surge de contactos científicos anteriores en trabajos realizados en la ciudad romana de Clunia, en la provincia de Burgos.

IMAGEN: Fotografía extraída de Wikipedia, realizada por Jondu11 en 2009,  de la ciudad francesa de Carcassonne.