La pequeña localidad palentina de Villajimena, en Tierra de Campos, con apenas una treintena de habitantes, cuenta con una ermita levantada en el siglo XVI en honor a Nuestra Señora de Montserrat, una de las pocas con esta advocación fuera de Cataluña.

Canal Patrimonio_Maxi Barrios / Carmen Molinos

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Aunque históricamente, quizá, tenga más interés la iglesia parroquial dedicada a Santa Eulalia, de origen románico, llama la atención en esta villa perteneciente al municipio de Monzón de Campos, la ermita levantada allá por el año 1593. De fachada herreriana, rematada por una sencilla espadaña con campanillo, cuenta con un solo arco de entrada, con dovelas almohadilladas, muy similar a otros muchos pequeños templos del entorno. Ahora bien, el de Villajimena tiene una advocación que le hace único en la provincia y, quizá, en la Península, al menos rebasadas las fronteras de Cataluña, la de Nuestra Señora de Montserrat.

La imagen de la Virgen de Montserrat preside el edificio, desde la misma entrada, en una hornacina, situada sobre la portada, hasta el altar de piedra caliza, con un retablo atribuible al escultor Juan Sanz de Torrecilla. Restaurada hace unos años, la talla del retablo ha perdido el tono oscuro con la que fue repintada en algún momento, con el fin, quizá, de que pudiese parecerse más a “La Moreneta”. Pero, ¿por qué esta advocación en plena Tierra de Campos?

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Territorio del Cid Campeador:

Las referencias históricas más antiguas a Villajimena o Villa Ximena, aparecen en el Becerro de los Beneficios de la Catedral de Palencia de 1345. El topónimo se debe, según podemos leer en la información recopilada por el Ayuntamiento de Monzón de Campos a que “la villa o el lugar donde fue fundada, eran propiedad del Cid Campeador y al contraer matrimonio con Doña Jimena, hija del Conde de Oviedo y biznieta del Rey de León Alfonso V, lo donó a su esposa.”

Serán, pues, los herederos del Cid, quienes cedan el señorío de la villa a D. Pedro García, Obispo de Palencia, le sucederá en el cargo Don Juan Delgado Ferrer y Cardona, que en el año 1583 era encargado del consejo de hacienda y secretario de guerra. Se sabe, que Don Juan era catalán, por lo que se deduce que las tierras pasaron a su propiedad tras su matrimonio con una pariente del Obispo.

¿Un matrimonio devoto de la Virgen de Montserrat?

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La posible devoción del matrimonio Ferrer a la Virgen de Montserrat, es la que les lleva a ordenar en 1593 la construcción de una ermita con esta advocación en plena Tierra de Campos. El templo se sitúa justo en frente de su casa, conocida posteriormente, como Palacio del Conde Hormachuelas, vecino de Córdoba, que, según los archivos, habitó el lugar en el último tercio del siglo XIX.

Aún hoy en la víspera del día de Montserrat, que en Villajimena se celebra el 8 de septiembre, es tradición encender una hoguera en la puerta de la ermita para que mientras se voltea el campanillo, los jóvenes salten el fuego y, como casi siempre en estos casos, se desconoce cómo y cuándo se inició la tradición.

 

IMÁGENES: Exterior de la ermita de Montserrat en Villajimena (Palencia), detalle del retablo del altar mayor y de la entrada al templo. Archivo FSMLR_Maxi Barrios.