La relación que establecieron los jesuitas con los guaraníes, durante los siglos XVII y XVIII, es analizada en una exposición organizada por el Museo de Arte Precolombino e Indígena (MAPI) de Montevideo que viajará el 11 de septiembre al Museo Vaticano.

Canal Patrimonio / EFE

Arte Guaraní Vaticano - EFE- 19082014

La muestra reúne 23 tallas de madera policromada que proceden de estas misiones de jesuitas y que ahora están en museos, iglesias y colecciones privadas de Uruguay, precisa el director del MAPI, Facundo de Almeida.

La muestra estará en el Museo Vaticano entre el 11 y el 26 de septiembre, en el Museo Etnológico de Hamburgo (Alemania) entre los próximos octubre y marzo; y en el Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (España) desde abril de 2015. Su comisario o curador es Luis Bergatta, mientras que su marco teórico sobre las comunidades jesuíticas se asienta en las investigaciones efectuadas en las últimas dos décadas por un equipo dirigido por la arqueóloga Carmen Curbelo.

La exposición también alberga unos 200 objetos procedentes de las excavaciones arqueológicas realizadas en San Francisco de Borja del Yí, (entre los departamentos uruguayos de Durazno y Florida), donde floreció una comunidad indígena que llegó a alcanzar los 8.000 indios guaraníes.  Junto a estas reliquias, se expondrá material escrito y audiovisual que ofrecerá una panorámica sobre estos poblamientos, así como sobre la relación entre los religiosos y los nativos.

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Repaso histórico
Las Misiones Orientales estaban en una región histórica que se distribuye entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay; y a la que los integrantes de la Compañía de Jesús llegaron en el siglo XVII. Allí establecieron comunidades en las que habitaron junto a sus aborígenes, a los que los religiosos impulsaron a adoptar el sedentarismo tras mostrarles sus eficientes técnicas agrícolas y ganaderas. De Almeida recuerda que los jesuitas contribuyeron a establecer prósperos asentamientos que administraron hasta 1768, cuando fueron expulsados de los territorios de las monarquías católicas de Francia, España y Portugal.

Influencia presente
El director del MAPI incide en que, si bien la población indígena es prácticamente inexistente hoy en Uruguay, su influencia en su cultura resulta importante. Proceden de estos pueblos el nombre del país, el de los ríos o el de algunas localidades, así como determinadas palabras del habla cotidiana, costumbres como la bebida del mate o cultos como el de la Virgen de Itatí. Esta última devoción surgió cuando, según cuenta la historia, el misionero español Luis de Bolaños y los nativos que habían adoptado el cristianismo se salvaron del ataque de sus enemigos gracias a la intervención de esta virgen.

IMÁGENES. Vista de piezas en talla de madera policromada. Debajo, detalle de una de las piezas. / EFE