Un proyecto de investigación arqueológica profundizará en la época romana de la ciudad de Segovia, en el siglo I de la era cristiana, tomando como referencia el acueducto en su parte no visible, desde los canales de abastecimiento a las canteras de donde salió la piedra para sus pilares.

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Para Claudia de Santos, concejala de Patrimonio del Ayuntamiento de Segovia, que aborda la iniciativa junto al consistorio de Ortigosa del Monte, se ha trabajado para comprender el acueducto como obra de ingeniería, “pero cuando hablamos del trazado oculto casi nos referimos a algo como un ente”. De Santos se muestra tajante: “Es un monumento muy desconocido, nunca se han hecho trabajos de prospección arqueológica para encontrar rastros de la primitiva cacera, de la conducción de agua desde la Sierra de Guadarrama”, los 13,3 kilómetros que separan el río Frío y la ciudad.

La investigación en torno al pasado de Segovia que, como su acueducto, son Patrimonio de la Humanidad, alcanza al análisis de las montañas de granito de “El berrocal”, en Ortigosa del Monte, de cómo se extrajeron los bloques que conforman sus arcos y pilas y por dónde se transportaron más de 13 kilómetros, hasta su actual lugar. El arqueólogo José Miguel Labrador, autor de la memoria del proyecto, sostiene que un estudio que encargó el ayuntamiento al geólogo Luis Martín de Frutos indica que, tras la inspección visual de varias canteras del entorno, se puede determinar que el 80% piedra del acueducto puede proceder de “El Berrocal”.

Investigación en torno a las canteras

Este lugar, que ocupa una superficie de unas 130 hectáreas, es una zona en la que abundan los grandes bolos graníticos y lanchares, mientras que ahora uno de los trabajos consistirá también en analizar los tipos de granito. Otro de los retos es la investigación en torno a las canteras en el valle de Tejadilla, que pudieron servir para abastecer de material a las construcciones de la ciudad. Según el arqueólogo, en la zona media del valle, al menos, se localizan cinco áreas en las que se ha llevado a cabo una extracción importante de bloques de roca caliza y, asociados a cada uno de estos puntos, hay calzadas, también talladas en la roca, empleadas para el transporte de la piedra extraída.

Labrador asegura que al pie de la sierra, en el paraje conocido como “El borreguil” aparecen unos muros de mampostería y mortero que pueden indicar una conducción antigua, aunque se ignora si es la romana, teniendo en cuenta que se construyó una conducción en 1930, posiblemente sobreponiéndola sobre la original. Asimismo, además de estas zonas de extracción, canalizaciones y origen de manantiales, se contempla trabajar en torno a otros posibles puntos de extracción de metales o canteras en Palazuelos de Eresma y Otero de Herreros, y de otros que pudieron haber sido lugares de hábitat de villas rurales periurbanas y calzadas.

De Santos insiste en la trascendencia de la investigación ante la “laguna real” de conocimiento que tenga como base el trabajo arqueológico, “porque la búsqueda de la ciudad romana va muy retrasada, lo que sabemos ha aparecido siempre vinculado a excavaciones para obras, no existe un estudio reglado y organizado”, matiza. Los ayuntamientos han solicitado una subvención de 106.830 euros, para financiar el proyecto con cargo al 1 % cultural.

Para el alcalde de Ortigosa del Monte, Juan Carlos Cabrejas saber que ha podido haber población estable en su municipio desde hace 2.000 años, al menos, “es todo un orgullo”, mientras aboga por acotar la zona de canteras y, en sucesivas fases, musealizarla para visitas. EFE_Aurelio Martín

 

IMAGEN: En primer plano, cornisas de un edificio circular de cronología desconocida en la cantera “El berrocal”, en la localidad segoviana de Ortigosa del Monte, de donde presumiblemente se extrajo la piedra del Acueducto de Segovia, declarado Patrimonio de la Humanidad, lo que será objeto de una investigación arqueológica. EFE