La colección al-Sabah, reunida por la familia gobernante de Kuwait, ofrece en Roma una síntesis de la historia y cultura islámicas en una exposición de objetos datados desde los albores del Islám hasta finales del siglo XIX.

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manuscrito Corán

La historia que recorre esos 360 objetos, ahora exhibidos en las Caballerizas del Quirinale romanas, es la búsqueda que durante cuarenta años hicieron el jeque Nasser y la jequesa Hussah Sabah, para reunir el mayor número posible de obras de arte pertenecientes a la cultura islámica. La exposición “Arte de la civilización islámica. La colección al-Sabah, Kuwait” se podrá visitar hasta el próximo 25 de septiembre en el centro histórico de Roma.

La colección Al-Sabah reúne alrededor de 35.000 piezas y está considerada una de las más importantes del mundo, no solo por su tamaño sino por la originalidad y la calidad de sus obras. Todo empezó cuando en 1975 Nasser, hijo del actual emir, y su mujer Hussah, comenzaron a recolectar piezas que pertenecían a diferentes lugares del mundo islámico y su pasión por aquella búsqueda nutrió una colección privada inmensa que cedieron en 1983 al Museo Nacional de Kuwait. Al mismo tiempo fundaron la Dar al-Athar al-Islamiyyah (DAI), nombre poético dado a la institución que significa literalmente “Casa de las expresiones culturales del Islám”.

La colección permanente se mantuvo hasta que Irak invadió Kuwait en 1991 y saqueó la mayoría de las piezas, de las que quedaron un centenar.  Hussah Sabah, quien acudió a la presentación de la exposición en la capital italiana, relató cómo los objetos fueron recuperados años después hasta conseguir recopilar casi todas las piezas que componían originalmente la colección, aunque aún faltan “unas 59”, precisó. Además declaró que ella y su marido “solo son custodios” de estos objetos, y que no los consideran de su propiedad, sino expresión de la cultura común islámica.

Amplía y variada visión del mundo islámico

jarrón de cristal

La selección de las 360 piezas que componen la exposición en Roma responde, según el comisario de la muestra, Giovanni Curatola, al deseo de dar una visión lo más amplia posible de todos los “mundos islámicos” que han existido. En “Arte de la civilización islámica” abarca una época de más de doce siglos y una zona geográfica que va desde España hasta India, y por tanto representa, según Curatola, “una síntesis extraordinaria” de la civilización islámica.

En ella se podrán admirar ejemplares decorados del Corán, alfombras de colores brillantes, lámparas ‘mágicas’, contenedores de perfume de vidrio de todos los colores, joyas de esmeraldas, diamantes de la dinastía Moghul india y juegos de ajedrez transparentes, entre otras muchas cosas. Esta exposición además supone, según Curatola, “la ocasión de mostrar al mundo Occidental el gran arte del mundo islámico”, aún “muy desconocido para el mundo mediterráneo”.

1.400 años produciendo arte, cultura y civilización

El comisario explico que es “fundamental en el momento actual” establecer un diálogo a través del arte entre ambas culturas, la occidental y la islámica, y recordar que el Islam lleva más de 1.400 años “produciendo arte, cultura y civilización”. El comisario, profesor de arqueología e historia del arte musulmán en la universidad de Udine (norte), explicó las salas que recogen una exposición dividida en dos grandes secciones, una cronológica, y otra por temas artísticos “transversales” a todo el arte islámico.

En la primera parte se ofrece un recorrido por los avances y los cambios que el arte islámico ha ido sufriendo a lo largo de los siglos, gracias a la influencia de los diferentes pueblos. El tiempo, la enorme expansión de la civilización, y su condición de nomadismo ponían en contacto culturas tan diferentes y distantes entre sí como la de la península Ibérica, el norte de África, el Caúcaso, China e India, y permitieron a la cultura islámica absorber influencias y crear un estilo común en su expresión artística. Es por ese motivo que el uso de la caligrafía árabe, la geometría, la elaboración del cristal, del marfil y del metal, junto con los tejidos de alfombras y vestidos tienen en común un lenguaje creado a través de siglos, pero compartido a lo largo del mundo.

Una de los tesoros de la exposición es la colección de joyas, que pertenecen en su mayoría a la dinastía india Moghul y que destacan por sus materiales preciosos y de grandes dimensiones: esmeraldas, diamantes y rubíes utilizados para todo tipo de joyas y puñales, que lucían los grandes príncipes indios. La exposición forma parte de un ciclo de eventos en la capital italiana, en los que los visitantes podrán también asistir a conferencias, proyecciones de películas como “Las mil y una noches”, o conciertos basados en ritmos de tradición árabe. EFE_Paola Bruni

IMÁGENES: Fotografías cedidas por Palaexpo de la página de un manuscrito del Corán, proveniente de Irán  y de un Jarrón en cristal esmaltado de estilo chino con dos fénix, y una gran inscripción en thuluth que reza “Gloria a nuestro Señor, el Rey, el Sabio”, expuestos en las “Scuderie del Quirinale” (Roma), que forma parte de la colección al-Sabah, reunida por la familia gobernante de Kuwait. EFE