Vídeo realizado por el Museo Metropolitano de Nueva York, compartido en su página web, en el que los propios restauradores, explican cómo se sintieron el 6 de octubre de 2002, cuando al llegar al museo vieron la escultura de Adán tallada por Tulio Lombardo, una de las más significativas del Renacimiento veneciano, rota en 28 grandes pedazos y centenares de pequeños fragmentos. Desde el primer momento, aseguran, tuvieron claro que era necesario restaurarla. Su trabajo se ha prolongado durante casi doce años, en los que la investigación y la aplicación de las nuevas tecnologías, ha servido, como ellos mismos afirman, para devolverle a Adán, el espíritu y las perfectas proporciones con las que Tulio Lombardo lo concibió en torno al 1490.