Más de 1.600 personas han podido conocer las estancias más restringidas para el público de la Biblioteca Nacional de España, donde han contemplado algunos de los tesoros que guarda esta institución en una jornada de puertas abiertas que se celebra desde hace diez años con motivo del Día del Libro.

Canal Patrimonio

Biblioteca Nacional- Fachada- EFE- 05082013

Desde las siete de la mañana había público haciendo cola para entrar a la Biblioteca Nacional, muchos madrileños pero también personas que habían viajado desde otras ciudades españolas expresamente para realizar esta visita, que por primera vez se celebra en domingo. “Un día de fiesta” para el personal de la BNE, ha declarado su directora, Ana Santos, que ha recalcado que ha acudido más público que otros años y que todos los visitantes salen muy contentos “porque se disfruta mucho”.

El hecho de que hayan acudido personas desde fuera de Madrid y que haya habido mucho público joven llena de alegría a la máxima responsable de la Biblioteca Nacional, que ha indicado que lo que más llama la atención a los visitantes es “ver lo que habitualmente no se puede ver”. Cerca de 60 grupos de unas 25 ó 30 personas han sido atendidos por unos 200 voluntarios de los distintos departamentos de la BNE, que han sido los encargados de conducir y explicar a los ciudadanos el funcionamiento de esta institución en los dos recorridos que se hacen por sus estancias, según ha explicado el coordinador de esta jornada, Antonio León-Sotelo.

Taller de restauración

Una visita de una hora y media que se inicia en la puerta principal de la Biblioteca, para pasar a continuación al Salón General de Lectura, la Sala del Patronato y el Depósito General, uno de los espacios de acceso más restringido que sólo se abre de manera extraordinaria en esta jornada. Los visitantes han podido conocer cómo se realizan los trabajos de conservación de las piezas deterioradas a través de las explicaciones Arsenio Sánchez, Premio Nacional de Restauración, que ha relatado cómo se reconstruyen partes completas de libros deteriorados de una forma “catastrófica”.

Agentes físicos, químicos y biológicos suelen combinarse en el deterioro de los libros, ante los que se emplean métodos de restauración mecánicos y manuales, según ha indicado el restaurador Luis Crespo, que ha explicado que la Biblioteca Nacional ha puesto en práctica una técnica novedosa en España con papel japonés.

Piezas únicas

Parejas de bibliotecarios han ido mostrando una selección de fondos, desde manuscritos a incunables, impresos modernos, obras cartográficas, dibujos, grabados, fotografías, carteles, publicaciones periódicas, partituras y registros audiovisuales. Este año, por primera vez, se ha podido visitar la Sala Barbieri, donde habitualmente se sirven las obras del Departamento de Música y Audiovisuales, ya que, como explicaban los bibliotecarios al público, la BNE “no solo tiene libros”. También la sala de Cartografía, donde se guardan los mapas, entre ellos el primero que incluyó la palabra América.

Entre otras piezas, el público ha podido contemplar dos partituras del compositor Federico Chueca, que datan de 1886; el Atlas Portulano del siglo XVI en formato facsímil, varios dibujos de Francisco de Goya, un globo terráqueo realizado por Tomás López en el siglo XVIII, o una colección de fotografías de finales del XIX y principios del XX, de Fernández Ardavín y Leonard Parish, sobre el mundo circense. Ana Santos considera que diez años de jornadas de puertas abiertas han contribuido mucho a dar a conocer a la BNE, pero también ha recalcado “el deseo” que tienen de mostrarla: “Lo que no se conoce no se valora. Es importante que se sepa que la Biblioteca Nacional está abierta a todos“, ha indicado la directora.

IMAGEN: Fachada de la Biblioteca Nacional, en Madrid. EFE/Archivo