Redacción Canal Patrimonio- EFE

La Asamblea General de la ONU ha rendido homenaje al arquitecto brasileño Óscar Niemeyer, el “padre” del edificio que acoge la sede central del organismo en Nueva York fallecido en diciembre pasado. “Fue un hombre adelantado a su tiempo. Espero que sigamos su ejemplo y estemos a la vanguardia cuando se trate de resolver los problemas globales”, ha afirmado el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Ban ha recordado que el arquitecto brasileño dijo en varias ocasiones que lo más importante en su vida no era la arquitectura sino “intentar cambiar el mundo”, tras lo cual destacó que siempre estuvo “perturbado” por la brecha entre ricos y pobres. “Más que un arquitecto, Niemeyer fue un poeta que nos quería emocionar con sus obras”, ha afirmado la embajadora brasileña ante la ONU, Maria Luiza Ribeiro Viotti. En el evento han participado el crítico norteamericano Paul Goldberger, uno de los especialistas más influyentes del mundo de la arquitectura, o el subsecretario general de Comunicación e Información Pública, Peter Launsky-Tieffenthal, entre otros.

Ilustre trayectoria

La carrera de Niemeyer, fallecido en Río de Janeiro el pasado 5 de diciembre a los 104 años, fue excepcionalmente larga e ilustre y su obra, además de talento, reflejó un profundo humanismo. Para Niemeyer, la sede de la ONU, uno de sus legados, tenía un significado que iba más allá de la estructura en sí misma. La emblemática torre de 38 pisos, en cuyo diseño participó también el arquitecto francés Le Corbusier, terminó de construirse en 1952.

Niemeyer también heredó al mundo su trabajo en la ciudad de Brasilia, considerada una obra maestra del urbanismo y de la arquitectura moderna, y que forma parte de la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1987. Además de los principales edificios públicos de Brasilia, como los palacios presidenciales de Planalto y da Alvorada, la sede del Senado y la Cámara de Diputados, Niemeyer dejó su inigualable trazo de curvas en países como Francia, Italia, Argelia o España. Desde la sede del Partido Comunista Francés en París, el edificio de la editorial Mondadori en Milán (Italia) o el Centro Cultural Internacional en Avilés (España) hasta el sambódromo de Río de Janeiro, el templo del carnaval carioca.

IMAGEN: Imagen de archivo del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, quien murió el año pasado y fue el padre del edificio central de la sede central del organismo en Nueva York. EFE/Archivo