Viena acoge desde hoy una exposición única y probablemente irrepetible: por primera vez se ha reunido la mayor parte de las obras de Pieter Bruegel el Viejo, un maestro flamenco del siglo XVI cuyas pinturas están entre las más enigmáticas, delicadas y caras del mundo.

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Las fiestas campesinas, los paisajes nevados y un ambiguo simbolismo religioso con imágenes tan conocidas como “La torre de Babel” (1563) son algunas de los motivos que hicieron conocido al artista que inauguró la dinastía Bruegel y que inspiró a genios como Goya o a cineastas como Andréi Tarkovski.

La primera gran muestra monográfica dedicada a este artista se puede visitar a partir de mañana en el Museo de Historia del Arte de Viena (KHM), que posé la mayor colección de obras de Bruegel. Los reyes de Bélgica y el presidente de Austria, Alexander van der Bellen, inauguran hoy una muestra que ha tardado cinco años en gestarse y que conmemora el 450 aniversario de la muerte de Bruegel, que se celebrará en 2019.

La vida de Bruegel se encuentra envuelta en el misterio. Poco se sabe de sus años de formación, salvo que nació sobre 1520, que su obra recibió la influencia del mundo onírico de El Bosco y que murió en Bruselas en 1569. El artista solo comenzó a pintar en los últimos 15 años de sus vida y dejó apenas unas 40 pinturas, de las que casi 30 se podrán visitar en la exposición hasta el 13 de enero de 2019.

Una vez en la vida

El pintor plasmó sus obras sobre tablas de roble muy finas, lo que las convierte en especialmente frágiles y dificulta cualquier traslado, de ahí que el nombre de la exposición en Viena sea “Bruegel. Una vez en la vida”. “Esta exposición es una oportunidad única en la vida porque nunca se van a volver a reunir tantos originales de Bruegel como aquí en Viena”, resumió hoy la directora del KHM, Sabine Haag.

La muestra ofrece la posibilidad de contemplar juntas obras maestras como “Cazadores en la nieve” (1565), “La cosecha” (1565), “La caída de Ícaro” y (1558) “Dulle Griet” (1562), entre otras. Mas de una decena de prestigiosas pinacotecas han colaborado, incluido el Museo de El Prado, que ha prestado “El triunfo de la Muerte” (1562), una de sus obras más conocidas y recientemente restaurada. En el cuadro se representa la destrucción causada por el avance de un ejército de esqueletos, en una lectura moral sobre la temporalidad de las ilusiones mundanas.

Además, se pueden contemplar en la muestra gran parte de sus grabados, donde se aprecia más la influencia del mundo delirante de El Bosco y se atisba cierta critica social regada de ironía. La exposición intenta ofrecer una nueva mirada sobre Bruegel apoyándose en las últimas tecnología para divulgar los últimos análisis de la obra del artista flamenco y, además, cuenta con una página digital propia: www.bruegel2018.at

“Muchas de estas pinturas están en nuestro bagaje visual, las conocemos, por lo que nuestro objetivo es mostrarlas bajo una nueva luz, con una mirada fresca”, expuso a la prensa Elke Oberthaler, una de las comisarias de la muestra. Además de la maestría en el color, la creación de atmósferas y la forma minuciosa en la que dibujaba los detalles, los responsables de la exposición destacaron la genialidad de Bruegel en la composición.

El trabajo de Bruegel revolucionó la representación de paisajes, con algunos de sus cuadros, como “Cazadores en la nieve”, situados entre las más admiradas de la historia de la pintura. Esa obra muestra en primer plano a tres cazadores con sus perros de regreso tras una batida, y ante ellos se abre en perspectiva un valle nevado donde algunos aldeanos patinan en un lago congelado.

Juego de miradas y detalles encadenados

Esta pieza ha despertado admiración entre incontables pintores y también entre cineastas como el danés Lars von Triers y el ruso Abdrei Tarkovski, que la incluyó en “Solaris” y cuya influencia se observa en su forma de componer las escenas. Porque esa es otra de las características de la pintura de Bruegel, la capacidad para contar una historia en imágenes mediante el juego de miradas entre los retratados y el encadenamiento de detalles que guían la mirada, así como la ambigua interpretación de sus obras, que van desde el moralismo religioso a la crítica social.

Y, por último, ¿cómo acabaron tantas obras de Bruegel en Viena? El KHM posé una docena de pinturas de Bruegel por el interés de Ernesto de Austria en el pintor cuando fue nombrado por Felipe II regente de los Países Bajos a finales del siglo XVII, durante la dominación española. Ernesto de Austria se hizo con esa importante colección de pinturas y más tarde se las cedió a su hermano, el Emperador Rodolfo II de Austria. 

 

IMÁGENES: Varios visitantes observan las pinturas de la muestra monográfica “Bruegel. Una vez en la vida”, inaugurada hoy en el Museo de Historia del Arte de Viena, y dedicada a Pieter Bruegel el Viejo, un maestro flamenco del siglo XVI cuyas pinturas están entre las más enigmáticas, delicadas y caras del mundo. EFE