El ciudadano costarricense Leonard Patterson, acusado de presunto contrabando de piezas de arte precolombino, afirma en el juicio que desconocía la necesidad de solicitar una autorización especial para enviar las piezas de vuelta a Alemania tras ser expuestas en Santiago de Compostela.
El Ministerio Fiscal pide para Patterson dos años de prisión y una multa de 60 millones de euros por la presunta exportación ilegal de 1.400 piezas de arte precolombino, una colección que el fiscal tasa en 53,5 millones de euros.
Canal Patrimonio
El juicio contra Patterson se ha iniciado en los juzgados de la capital de Galicia, después de que fuese suspendido el pasado mes de diciembre al aducir el acusado graves problemas de salud. Durante la primera sesión, el presunto traficante de arte junto a su abogado Ángel Sabín han tratado de demostrar que la Xunta de Galicia se encargó de la llegada de la colección a España y de que nadie advirtió a Patterson de la necesidad de solicitar un permiso al Ministerio de Cultura para el retorno de las piezas a Alemania. “Cuando las traje de Alemania no hice esos trámites; soy experto en arte, no en leyes. En Alemania no existe leyes para trasladar arte entre países de la UE”, ha señalado el acusado, quien además ha declarado que no cobró por ceder su colección.
Patterson ha indicado que la Administración gallega se comprometió a hacerse cargo de todos los gastos, y que en sus conversaciones con el que por entonces era presidente de la Xunta, Manuel Fraga, le dijo que “no era necesario contrato”, “con un apretón de brazos es suficiente”, según ha afirmado. A mayores, ha expuesto también que Fraga le había dicho que el exconselleiro de Cultura Jesús Pérez Varela y el exdirector general de Patrimonio de la Xunta Ángel Sicart se encargaría de pagarle, “pero nunca lo hicieron”.
El traslado a Munich
Las piezas de arte precolombino recalaron en un primer momento en una exposición en el Auditorio de Galicia en Santiago de Compostela y posteriormente se organizó una nueva exposición en la iglesia de San Domingos de Bonaval y en el palacio de Fonseca de la Universidad compostelana. A su conclusión, la colección se depositó en los almacenes de la empresa de mudanzas Boquete de Santiago, donde permanecieron en una cámara de seguridad durante una década hasta marzo de 2008. Fue en esa fecha cuando Patterson, según el fiscal, cometió un presunto delito de contrabando de arte al ordenar que la colección se trasladase a Munich, su ciudad de residencia, pero las autoridades alemanas la intervinieron e inmovilizaron la petición de España y de varios países latinoamericanos que reclamaron la propiedad de algunas piezas.
Patterson alegó que para hacer frente al pago de 500.000 euros que suponía la parte que él sufragó por el depósito y custodia de la colección en un almacén y el traslado de la colección a Alemania pidió un préstamo de 1,6 millones de euros y que como aval puso su apartamento de Montecarlo.
Los testigos
Entre los testigos que han comparecido figura un agente del Cuerpo Nacional de Policía que en el año 2008 estaba en la Brigada de Patrimonio. Este policía ha afirmado por videoconferencia que cuando se hizo el primer inventario en el propio almacén estaban presentes el propietario de las mudanzas, Ángel Boquete, y el que fuera alcalde de Santiago de Compostela Gerardo Conde Roa, en ese momento abogado de Patterson y recientemente condenado por fraude a Hacienda. Además, el agente ha manifestado que “antes, durante y después” de todo el proceso le informaron a ambos que se requería un permiso especial para sacar de España la colección de arte.
Otros de los testigos que han comparecido en los juzgados compostelanos han sido el exalcalde de Santiago Xerardo Estévez y el exrector de la Universidad de Santiago Darío Villanueva. Ambos han dicho conocer a Patterson y han puesto de manifiesto su desinterés al ceder las colecciones y su correcto comportamiento.
El exconselleiro de Cultura de la Xunta Jesús Pérez Varela, que estaba llamado a declarar como testigo en este juicio, no ha acudido y ha sido llamado de nuevo para el próximo día 28 de octubre. El abogado de Patterson, el letrado Ramón Sabín, destaca la relevancia del testimonio de Pérez Varela al indicar que como responsable de Cultura en ese momento del Gobierno gallego se reunió con Patterson para que la colección permaneciese en Santiago.
IMAGEN: El ciudadano costarricense Leonardo Augusto Patterson al inicio del juicio en Santiago, acusado de contrabando de piezas de arte precolombino a raíz de una exposición en Compostela en 1997 y para quien el fiscal pide dos años de prisión y una multa de 60 millones de euros. EFE