En plena vorágine de polémica sobre la titularidad de la Mezquita-Catedral de Córdoba, los capiteles de fuste de jaspe gris de la zona de ampliación del visir Almanzor acogen 55 obras de arte desempolvadas del patrimonio conventual cordobés, la más antigua datada en el siglo XIV.

Canal Patrimonio_EFE

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“Córdoba ciudad conventual” es una muestra que, hasta el 14 de enero, ofrece al visitante que se pierde entre las majestuosas columnas de arcos de herradura color albero y carmín del templo, un recorrido a ocho siglos de 44 conventos, de los que solo 16 permanecen actualmente, donde se desvelan recovecos inéditos de la Historia de España. Descubrimientos que ha sacado a la luz un equipo de expertos en Patrimonio, entre ellos, la historiadora María Illescas, quien revela el valor de piezas sacadas del recogimiento de la vida contemplativa monacal. “La imagen más antigua de la exposición es una talla de una Virgen datada de 1350 que pudo pertenecer al Monasterio de las Huertas, un convento desaparecido durante la época de la Desamortización”, explica y añade que la escultura pudo haber llegado a la ciudad traída por los monjes de San Francisco de Paula.

Arte oculto, que se hace visible:

La muestra se divide en seis secciones donde hay fichas explicativas de las catorce órdenes religiosas que habitaban en los conventos cordobeses, así como imágenes representativas, pero lo más llamativo es la presencia de algunas piezas que han permanecido fuera de la vista del público durante siglos. Es el caso de un cuadro del pintor Antonio del Castillo, cordobés y representativo del barroco español, que normalmente se halla en el interior del antiguo convento de San Pedro El Leal, hoy iglesia de san Francisco, una fundación que data de 1240, cuando se alzaron los primeros conventos en la ciudad.

La muestra ofrece una magistral lección de Historia, sobre todo con una guía como María Illescas. que apunta datos reveladores. “¿Qué relación existe entre el rey Felipe II y el visir Almanzor?”, pues que la madre del cronista del primero, Ambrosio de Morales, profesó en el convento de las Clarisas de Córdoba donde esculpió un majestuoso crucifijo que hoy se expone en la ampliación de la Mezquita, realizada por el caudillo del califato Almanzor.

Laboriosa investigación y nueva guía:

Todos los hallazgos han sido fruto de una laboriosa investigación, encargada por el Ayuntamiento de Córdoba -en colaboración con la Diputación y el Obispado- en la que, junto a la historiadora, han participado expertos en Patrimonio como Piedad Aroca y que ha dado como resultado además de la exposición, una guía en la que se detalla de manera pormenorizada la historia y arquitectura de los 44 conventos estudiados en la ciudad.

Sin embargo, para la exposición sólo se han elegido 55 piezas que recogen esculturas, pinturas, orfebrería, así como ediciones de libros antiquísimas, obras de arte estructuradas en una primera sección, dedicada a san Francisco de Asís y a los franciscanos, seguida de una muestra de hallazgos de la Orden de Santo Domingo. La fase central, denominada “La Redención del Hombre”, muestra los conventos de La Trinidad, La Merced, Padres de Gracia, San Juan de Dios, La Victoria y Jesús y María, para acabar la exposición con una parte dedicada a los denominados “Padres de la Iglesia”, que da paso a la última etapa, dedicada a las órdenes de acción y contemplación.

“La investigación nos da pie a pensar que Córdoba albergaba una proporción enorme de presencia conventual con respecto a edificaciones domésticas, por eso los conventos cobran tanta importancia en el devenir urbano de la ciudad”, destaca Illescas. Así, además de los tradicionales belenes que inundan la ciudad en estas fechas, en Córdoba se puede contemplar un “magnífico” retablo de Valdés Leal, así como textos inéditos de santa Teresa de Jesús, otras de las “joyas” que alberga la muestra “Córdoba, ciudad conventual”, comisariada además, por el reverendo Juan Dobado. EFE_Estrella Serna.

IMAGEN:  Turistas recorren los pasillos de la Mezquita-Catedral de Córdoba. EFE/Archivo