Javier Aguilera Vela presenta en este estado australiano una exposición con varias esculturas de diablos de Tasmania con rostros elaborados a partir de personas reales. Las dieciocho imágenes de los emblemáticos animales, efectuadas con arcilla y policromadas al óleo, forman parte de un proyecto de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Tasmania.

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Diablo Tasmania- EFE- 26082013
“La idea era mostrar la fuerte relación que existe entre los ciudadanos de Tasmania y este fantástico animal. Para hacer esto tomé fotos de gente desconocida por la calle, en las tiendas, en la universidad, etc”, explica a Efe el artista, nacido en León en 1969. Su objetivo fue “poner la personalidad de estas personas dentro de varias esculturas de diablos de Tasmania, de esta manera ellos ven que son parte de este animal y, viceversa, que este animal es parte de ellos. Así que cuidarlo y protegerlo es cuidarse y protegerse ellos mismos”.

Aguilera afirma que en el diseño de las esculturas amoldó las caras humanas en los rasgos de los diablos, aunque sin alterar su naturaleza animal. Uno de los modelos que se prestó para el proyecto fue David Walsh, el fundador del museo de arte contemporáneo MONA en Tasmania, una isla-Estado situada en el sur de Australia.

Diablo Tasmania 2- EFE- 26082013
Animal en peligro de extinción
Los primeros colonizadores blancos de Tasmania llamaron al marsupial “demonio” por sus chillidos aterradores, mal carácter, pelo oscuro y fuerte mandíbula. “La primera impresión es que es un ser adorable, un poco más grande que un gato, te dan ganas de cogerlo y acariciarlo. Ahora bien, cuando hay comida y ves sus mandíbulas y oyes los ruidos que emiten, ahí te das cuenta de que te encuentras ante un animal muy poderoso”, señala el artista español. // El marsupial carnívoro más viejo del mundo desapareció del continente australiano hace unos cuatro siglos, posiblemente por la creciente presencia del perro salvaje o dingo, pero sobrevivió en la isla de Tasmania. Sin embargo, desde el 2009, el demonio de Tasmania (Sarcophilus laniarius) está catalogado como especie en peligro de extinción debido a un cáncer letal que amenaza su existencia y que ahora los científicos tratan de erradicar con ayuda del Gobierno.

IMÁGENES: Fotografía facilitada por el artista Javier Aguilera Vela de una de las obras de su exposición en la que muestra varias esculturas de diablos de Tasmania. EFE