Atribuyen al  filósofo Lao Tsé la reflexión que “la arquitectura no es sólo cuatro paredes y un tejado, sino un espacio y el espíritu que se genera dentro”. Ningún pensamiento es más adecuado cuando accedemos a una casa situada calle Padre Luis María Llop, nº 4, de Sevilla. El espíritu que se generó dentro de ella, hace más de 400 años, fue de un niño que llegó a convertirse en el pintor español más importantes de todos los tiempos, y que se extiende a nivel internacional. Es el espacio que acogió, en sus primeros años, a Diego de Silva y Velázquez.

Canal Patrimonio_Concepción Moreno Galindo

Esta casa es el único inmueble relacionado con el artista que aún se conserva. El proyecto, cuya gestación concluirá en escasos meses, verá la luz como Centro de Interpretación de la vida, obra, y contexto social del pintor.

Posiblemente es la vivienda más antigua de Sevilla, construida hacia 1560, en un barrio o collación, como se denominaban entonces, con significativos perfiles históricos y culturales. Se asentaron en él la comunidad de musulmanes, más tarde mudéjares. Eran, aproximadamente, una treintena de familias, dedicadas a trabajos de albañilería y cerámica, pero que contaron con mezquita propia. Con la rebelión de 1568 en Granada, éstos marcharon a Sevilla, creando la mayor población morisca de España, hasta su expulsión en 1610.

Sus padres, Juan Rodríguez de Silva y Gerónima Velázquez se trasladaron a esta casa en 1598, en aquellos años calle de la Gorgoja. Un año después nacía en ella Diego Velázquez, el primero de ocho hermanos. Su familia paterna emigró desde Oporto, aunque su padre, notario apostólico, ya nació en Sevilla. Su abuelo materno, de origen humilde, era calcetero, de medias y calzas de piel.

Exterior de la Casa Natal de Velázquez

 

Diego Velázquez vivía muy cerca de la Parroquia donde se bautizó el 6 de junio de 1599. San Pedro era una iglesia construida por los ascendientes mudéjares de sus vecinos. En los años de su niñez se remataba la torre que hoy conocemos. Era un niño que jugaba entre callejuelas estrechas, pues aún no existía la actual Plaza del Cristo de Burgos. En su lugar se ubicaba la primera fábrica de tabacos de España.

Los siempre felices años de la niñez, en esta casa, culminaron con el traslado de la familia a la collación de San Vicente, en fecha sin determinar. A partir de entonces parece que su vida se precipitó hacia el destino que le esperaba: a su extraordinaria producción pictórica.

 

Interior de la Casa Natal de Velázquez

 

En Sevilla realizó su aprendizaje, desde 1610, primero en el taller de Herrera el Viejo y más tarde con Francisco Pacheco, alcanzando la maestría en 1617.  En Sevilla contrajo matrimonio con, Juana Pacheco, hija de su maestro, en 1618, y nacieron sus hijas, Francisca e Ignacia. En Sevilla pintó algunas de sus obras más conocidas. En la ciudad natal sólo se conservan dos: el Retrato de Cristóbal Suárez de Ribera (Museo de Bellas Artes) y la Imposición de la Casulla a San Ildefonso (Excmo. Ayuntamiento).  En el Museo del Prado, contemplamos el Retrato de Francisco Pacheco, y La Venerable madre Jerónima de la FuenteAdoración de los Magos, y un Autorretrato, atribuido. Obras que afortunadamente permanecieron en España, no así las más notables de su etapa sevillana, localizadas en diferentes países: Luis de Góngora y Argote (Boston), Santo Tomás (Orleans), Inmaculada Concepción (Londres), San Juan Evangelista (Londres), La mulata (Dublín), Cristo en casa de Marta (Londres), El aguador de Sevilla (Londres), Vieja friendo huevos (Edimburgo), Dos hombres en la mesa (Londres), El Almuerzo (Leningrado), El Almuerzo (Budapest), y Los Músicos (Berlín).

 

 

La casa sin Velázquez, continuó con sus inquilinos, sin imaginar que aquel niño que lloró por primera vez en la habitación de la primera planta (balcón de su fachada), correteaba por sus patios, jugaba en su corredor, o se asomaba curioso por sus ventanas,  hoy lo conocen hasta los más profanos en arte.  

En el corral de vecinos, continuaron naciendo otros niños durante cuatro siglos más. En el último tercio del siglo XX, pasó a ser la prestigiosa Galería de Arte M11. En 1984 la adquieren los modistos Victorio y Lucchino para taller, hasta el año 2010.

Dijo el pintor Francisco de Goya que “el tiempo también pinta”, y éste vetó de su disfrute, a punto de su desaparición y especulación inmobiliaria, en esta última  década.

Pero como dijo otro pintor, Pablo Picasso, “otros han visto lo que es y preguntan por qué. Yo he visto lo que podría ser y me he preguntado por qué no”. Llegó el año 2018, y como no podía ser de otra forma, por iniciativa totalmente privada, no exenta de ilusión y gran perseverancia, la casa se recupera para darle el uso que nunca debió olvidar: homenaje a ese niño que sería el sevillano más ilustre y el español más internacionalmente reconocido.  

Y “se preguntaron por qué no”, el escritor y gestor cultural Enrique Bocanegra, y el ingeniero Enrique Piñeiro, quienes adquirieron la casa con la intención de abrirla al público. Las asociaciones sin ánimo de lucro “Hispania Nostra” y “Amigos de la Casa Natal de Velázquez” lanzaron una campaña de crowfunding, para su reforma. Ésta se lleva a cabo, por el equipo del arquitecto Manuel Sánchez Ramos apoyado por la Fundación Factum y el Centro de Estudios Europa Hispánica (CEEH), desde el pasado mes de junio, y pretende abrir en 2021.

La Casa tiene 600 m2, en dos plantas, dos patios interiores con fuentes, 12 habitaciones, y un aljibe de origen árabe, en el segundo patio.

 

Un momento de la visita teatralizada que representa la llegada de los Tercios de Flandes.

 

La Casa Natal cuenta ya con un programa cultural, como la tradicional visita anual, teatralizada, de los Tercios de Flandes, el día 6 de junio (fecha de su bautismo, pues se desconoce la fecha de su nacimiento). La visita online, del mes de mayo, organizada por “Hispania Nostra” batió el record de inscripciones de las actividades organizadas por esta entidad (se puede acceder a éstas en la web).

La recuperación de la Casa Natal se ha reseñado en numerosos medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales,  y se encuentra inscrita en el Registro de Casas Museo de Artistas.

Dentro del conjunto expositivo quedarán en exhibición permanente,  las maquetas de la película “El Cuadro”, dirigida por Andrés Sanz, con mención del jurado en SEMICI, nominación de mejor documental en los Premios Forqué, y en los Goya de la Academia de Cine. También contará con facsímiles de los principales documentos de la vida del pintor.

 

Proceso de clonación de la obra “Vieja friendo huevos”, realizado en la Galería Nacional de Escocia. La pieza forma parte ya de la colección permanente de la casa sevillana

 

Lo más innovador es la exposición de copias idénticas, indistinguibles al ojo humano, con un tratamiento innovador directo de las obras, realizadas por Factum Arte. Ya se ha creado la copia de “Vieja friendo huevos”, en la National Gallery de Escocia, en Edimburgo (se puede ver en la web de la Casa Natal).

La Casa Natal de Velázquez se despereza después de una quietud que pudo costarle su derrumbe o profunda alteración de su fisionomía para otros usos. En unos meses la casa volverá a generar dentro el espíritu de aquel vecino tan ilustre.

 

Un artículo de Concepción Moreno Galindo

 

Para más información sobre la Casa Natal de Velázquez, visita: https://casanatalvelazquez.com/