El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ofrece una exposición inédita en la historia de México, para compartir con el público la belleza, sabiduría y relevancia universal de los códices mexicanos, en el marco de la celebración de los 75 años de vida de la institución y los 50 del Museo Nacional de Antropología. La muestra coincide además con la recuperación por parte del Gobierno Méxicano del Códice Chimalpahin, adquirido a la Sociedad Bíblica de Londres.

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Los Códices de México, memorias y saberes es el título de la magna muestra que puede verse en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo Nacional de Antropología, hasta el 11 de enero de 2015. Comisariada por personal académico especializado del INAH, la exposición muestra 44 códices que se guardan en la bóveda de seguridad de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia para garantizar su correcta conservación.

Entre los documentos que alberga la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia está la colección de códices, que constituye una de las fuentes más importantes para acercarnos al conocimiento de  las culturas antiguas de México. Son, sin duda, la memoria del alto grado de desarrollo cultural, científico y artístico de los pueblos originarios del país y representan sistemas complejos de creencias y saberes que abarcan todos los ámbitos de la vida: registros geográficos, históricos, económicos, calendáricos o simbólicos. No en vano, los códices mexicanos contienen y preservan la sabiduría histórica de los pueblos y aún hoy, algunas comunidades recurren a ellos como fuente histórica, respaldo legal y símbolo de identidad.

Entre las piezas más significativas se encuentran: la Tira de la Peregrinación, el Códice Martín de la Cruz-Badiano, la Matrícula de Tributos, el Códice Colombino, el Códice Sigüenza, el Códice García Granados, dos libros del Chilam Balam, el Códice Coixtlahuaca, el Códice Huamantla, las Genealogías de Tlaxcala, el Códice Dehesa (de Oaxaca) y el Códice de Huejotzingo, entre otros. Obras elaboradas sobre diferentes materiales: amate, piel, fibra de maguey, tela de algodón y papel europeo, que se exhiben dentro de un recorrido museográfico organizado en tres universos: Tiempo, Espacio y Poder, que son los cánones de conocimiento expresados en los códices mexicanos.

Para garantizar la conservación de los documentos durante su permanencia en la sala de exhibiciones, las condiciones de iluminación, humedad y temperatura son rigurosamente controladas por restauradores, conservadores, museógrafos e ingenieros del INAH, las 24 horas del día. Asimismo, las vitrinas que contienen a las obras son herméticas, y en el caso de los dos documentos prehispánicos que se exhiben, los contenedores son anóxicos, lo que significa que ningún agente externo puede ingresar a la vitrina y se asegura su conservación.

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Códice Chimalpahin

La exposición coincide además con la recuperación, por parte del Gobierno de México, del  Códice Chimalpahin, documento fundacional de la nación, adquirido a la Sociedad Bíblica de Londres. La obra, consta de tres volúmenes y será custodiada y resguardada en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, donde será preservada e investigada para orgullo de todos los mexicanos.

Se trata de manuscritos del siglo XVII elaborados por dos de los historiadores de ascendencia indígena más representativos de la época virreinal: Domingo Chimalpahin y Fernando de Alva Ixtlilxóchitl. Los manuscritos fueron integrados en tres volúmenes por Carlos de Sigüenza y Góngora y son el inicio de la historiografía mexicana: fuente fundamental sobre la vida cotidiana, sociedad y política mexica, así como de la Nueva España del siglo XVI. Aquí comienza la crónica y antigüedad de los mexicanos, son las primeras palabras de este documento.

 

IMÁGENES: Fotografías facilitadas por la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia de México de uno de los códices que puede verse en la exposición y del momento de la entrega del Chimalpahin a la directora de la Biblioteca. INAH