Restauración Camarín Virgen de Loreto, Tepotzotlán, México

Después de tres años de intensos trabajos de intervención arquitectónica, el Camarín de la Virgen de Loreto, expuesto en el Museo Nacional del Virreinato, ha concluido su proceso de restauración y está de nuevo expuesto al público. El director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México, Diego Prieto Hernández, presidió el acto de reapertura el pasado día 8.

Canal Patromonio_INHA

 

Restauración Camarín Virgen de Loreto, Tepotzotlán, México

 

El titular del INAH indicó que la principal razón para emprender la restauración del camarín fue la urgencia de corregir el severo problema de humedad en su interior, que se debía al pavimento que servía de base al empedrado de la explanada exterior, por lo cual fue retirado en su totalidad. Este material impedía la evaporación natural proveniente del subsuelo y ocasionaba que el inmueble se comportara como una válvula de alivio por donde salía toda la humedad, causando muy altas temperaturas que alteraban los bienes culturales alojados ahí. Detalló que, al realizar el estudio de los restos de policromía y esgrafiados en las fachadas, los restauradores descubrieron que contaban con la información suficiente para restituir la gama cromática y los patrones de diseño que decoraban el inmueble, así como la recuperación integral de la crestería de palmetas que rematan cada cuerpo de la doble cúpula del camarín, que ahora va recuperando su esplendor y lectura original. Además de la atención del monumento virreinal, la arqueóloga Josefina Gasca Borja realizó diferentes catas arqueológicas en la zona aledaña, donde ha documentado el hallazgo de basamentos, entierros y una gran variedad de material cerámico, que reafirman el origen prehispánico de Tepotzotlán.

El impacto de este trabajo en la derrama económica, merece que esta iniciativa sea aplaudida e imitada para seguir recuperando los baluartes culturales de nuestro país, que son piedra angular en la apertura de nuestras fronteras frente al fortalecimiento de nuestra identidad y del intercambio entre los diversos pueblos que integran el mosaico heterogéneo que es México”, anotó el antropólogo. Por su parte, Rosalinda Elizabeth Benítez González, secretaria de Turismo del Estado de México, en representación del gobernador Eruviel Ávila, agradeció el apoyo brindado por el INAH a través de sus coordinaciones nacionales de Conservación del Patrimonio Cultural y de Monumentos Históricos, Liliana Giorguli Chávez y Arturo Balandrano Campos.

 

 

Llamada a la ciudadanía

Benítez González hizo un llamado a la ciudadanía para el cuidado de los monumentos del mundo. “Nosotros los resguardamos como nuestro mayor tesoro, por lo que agradezco el trabajo en conjunto (entre el INAH y el gobierno estatal). En el proyecto de restauración participaron restauradores, arquitectos, arqueólogos, museógrafos y personal de apoyo técnico y administrativo, quienes resolvieron los daños ocasionados tanto en la arquitectura del lugar, como en el las obras que este contiene: estucos, retablos, pinturas y esculturas, todos ellos bajo la supervisión de la restauradora Xochipilli Rossell Pedraza.

Durante los trabajos de intervención se logró recuperar la iluminación natural al interior del camarín, mediante la colocación de ventanas de vidrio que retoman el diseño de las que existían antes de una anterior intervención, en la década de los sesenta, en la que fueron colocados una serie de alabastros. Estos se oxidaron con el paso del tiempo y actualmente impedían el paso de luz, según explicó el arquitecto Ricardo Peza, encargado de la ejecución de los trabajos. Finalmente, se cumplieron todos los objetivos establecidos en el proyecto, y hoy se ha recuperado la estabilidad de todos los bienes que se resguardan al interior del camarín.

El proyecto ahora terminado se inició con un profundo diagnóstico, que desde 2010, empezó a estudiar la problemática de inestabilidad del espacio. Se realizaron diversos análisis mediante los cuales se pudo definir una programación específica para la intervención en el Camarín de la Virgen de Loreto. Los trabajos comenzaron en agosto del año pasado, y consistieron, entre otros, en la restauración de ocho retablos de madera tallada y dorada, ocho pinturas de Miguel Cabrera, 3.900 mosaicos de talavera y cerca de 300 metros cuadrados de estuco. El retablo poniente también fue intervenido, ya que el remate del mismo descansaba sobre dos polines de madera, y esto provocaba una desviación hacia el frente y hacia el lado izquierdo que se solucionó cambiando la estructura de ese remate a través de un larguero, y este se fijó al muro para estabilizarlo.

IMÁGENES: Camarín de la Virgén de Loreto, ya restaurado. INAH.