Como bien apuntaba Albert Einstein, el arte es la expresión de los más profundos pensamientos por el camino más sencillo. Esta cita del célebre científico refleja con perfecta claridad el discurso artístico propuesto en “Serpientes en Vitrina”, la unión de obra de los artistas gráficos Lolo & Srger.
Canal Patrimonio_Ester Prieto Ustio
La exposición, que puede visitarse hasta el 31 de julio en el Centro Comercial Metromar (Mairena del Aljarafe, Sevilla), es el último proyecto de la temporada que han llevado a cabo los historiadores del arte Álvaro Bayo y Ana Fernández. Comenzaron su andadura en el comisariado de exposiciones a principios de este año, y a pesar de llevar poco tiempo, ya llevan un largo recorrido en la difusión del arte contemporáneo. “Serpientes en Vitrina” es ya su sexta muestra, a la que se unen sesiones de danza contemporánea y un ciclo de arte en acción y performances.
Han apostado por enseñar al público diferentes creaciones, desde las máscaras cerámicas de Sergio Cruz, exposiciones colectivas fotográficas (cuyas obras nos transportan a diferentes espacios) y gráficas (en la que se interpretaba el medio social y natural en el que residimos), las propuestas pictóricas de Ángel Moreno Martínez, hasta llegar al particular enfoque de arte urbano que practican Lolo & Srger. El binomio que conforman Bayo y Fernández demuestra que con poco presupuesto, pero con grandes ideas y mucho talento se pueden hacer cosas magníficas.
El espacio donde se sitúan las obras es muy significativo, puesto que es uno de los bajos de los escaparates del centro comercial, por lo que cualquier viandante interactúa directamente con las creaciones. Además, al estar situado enfrente de la terminal de metro que une el Aljarafe con la capital hispalense, resulta muy efectista y directo, y permite que las personas que no son asiduas de museos, centros y galerías de arte, tengan un primer acercamiento con las nuevas tendencias culturales y conecten de un modo muy personal con ellas.
Variedad de soportes y técnicas:
Las obras, divididas en bloques expositivos, cuentan con variedad de soportes y técnicas, ya que podemos encontrarnos con fotografías, lienzos, pintura sobre papel de lija, graffitis sobre cristal o sobre el propio fondo del escaparate, todas acompañadas de una serie de elementos urbanos como ladrillos, vigas y cintas de construcción, que claramente aluden a la cultura de la calle de la que provienen los artistas.
Lolo & Srger descienden de este mundo del street art, del graffiti, las firmas y el stencil, con la base de una marcada crítica social, expresado por medio del impacto visual, aunque cada uno lo realiza desde una perspectiva diferente.
Srger se comunica a través de la abstracción, en unas composiciones que recuerdan el planteamiento espacial de Vasili Kandinsky. Con formas circulares, líneas curvas y rectas, y unos de colores reducidos a la gama primaria y tonalidades negras, crea piezas muy sugestivas en las que combina estos elementos con otros como la propia mancha y esas piezas urbanas.
Su manera de trabajar es rápida e intuitiva, pero la combinación de todos estos elementos dan como resultado piezas muy depuradas, con un trasfondo metafísico en el que no olvida sus inicios en la tipografía. Esta importancia que dota al color y a las formas de la naturaleza, nos lleva a pensar en los grandes maestros abstractos, como Piet Mondrian, Paul Klee y el ya mencionado Kandinsky, que defendía la idea de que el color tiene un efecto espiritual que llega a tocar el alma por medio de su contemplación, sensación que se alcanza con Srger.
Lolo, por otra parte, trabaja desde la figuración, presentando una serie de creaciones muy influenciadas por la crítica a la sociedad del momento y la estética kistch. Con gran variedad de formatos y diferentes soportes, sus obras se componen por una serie de seres antropomórficos, fruto de su imaginación voladora, representando diferentes situaciones.
Estos seres, a veces se muestran cubiertos por ricas pieles animales (el uso del estampado de leopardo es un constante leitmotiv en toda su producción), lo cual se puede interpretar como un juicio al excesivo valor del que gozan las apariencias y primeras impresiones en nuestro mundo. También hay otros personajes creados de manera más esquemática en tonos rojos y negros, algunos híbridos y otros, en situaciones totalmente agobiantes, encerrados sin poder salir, buscando una evasión… Siendo un reflejo de la angustia del humano que es parte del siglo XXI, impasible ante la pérdida de valores y el avance tecnológico, como en su día expresaron los artistas del expresionismo abstracto alemán, mostrando la disconformidad con su momento. La técnica, muy cuidada y directa, nos señala la importancia de la imagen, un poco en relación con el concepto, con el que ésta era tratada en el pop art. Aunque la crítica es una parte fundamental de su discurso, todo él es una oda visual, un deleite de las formas compositivas y una ventana abierta a lo más profundo del ser de Lolo.
Aparentemente, ambos artistas proponen cosas muy diferentes pero el resultado es sencillamente espectacular, las tendencias se funden como anillo al dedo y crean un lenguaje muy novedoso, que nos lleva a reflexionar sobre la importancia del arte urbano, la irrupción de éste en el mercado del arte, como el caso del archiconocido Bansky.
¿El arte urbano pierde su esencia cuando sale de la calle y se adentra en el circuito económico del arte? Con “Serpientes en Vitrina” queda demostrado que no, pero acérquense al Centro Comercial Mentromar y juzguen por sí mismos.
IMÁGENES: Diferentes detalles de la exposición_Ester Prieto Ustio