Goya, Maella o Del Castillo fueron tres de los ocho jóvenes artistas pensionados en Roma por la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde realizaron numerosos cuadernos de dibujo. El Museo del Prado ha adquirido en los últimos años cinco de esos cuadernos, que ahora los muestra  en la exposición “Roma en el bolsillo”.

Canal Patrimonio

Cuaderno Dibujo Jose del Castillo- Museo Prado- 15102013
Situados en columnas de cristal, los cinco cuadernos creados en el siglo XVIII son el eje central de la exposición, en la que también se pueden contemplar otros 23 cuadernos de instituciones nacionales e internacionales y 22 dibujos independientes, que dan una visión de la práctica artística común a la cultura europea de la época.

Un acuerdo firmado entre el Museo del Prado y Samsung permitirá que los visitantes dispongan de 25 tabletas para ver el contenido de los cuadernos: tres de ellos de José del Castillo, uno de Mariano Salvador Maella y otro de Goya que, aunque de fecha un poco posterior y surgido de un viaje privado, supone un ejemplo más personal frente al carácter más oficial y reglado de los académicos. (Con este acuerdo, la compañía tecnológica se incorpora al programa de miembros corporativos del Prado en la categoría de protector con la calidad de “colaborador tecnológico”.)

La exposición es una de las partes de un amplio proyecto que contempla “velar por el estado de las obras”, comenta el director del museo, Miguel Zugaza, quien destaca la labor de restauración, investigación y catalogación de centenares de dibujos incluidos en estos cuadernos. Además, el proyecto contempla la publicación en papel del catálogo de la exposición y un catálogo razonado digital al que se accede a través de la página web del museo y que contiene la totalidad de los cuadernos así como estudios e investigaciones.

Su utilidad artística
José Manuel Matilla, jefe del departamento de Dibujos y Estampas del Prado, ha dirigido el proyecto y comisariado la exposición que refleja como estos artistas “fueron capaces de ir fijando Roma en el bolsillo a través de sus cuadernos”. Siguiendo las instrucciones de la Academia, los artistas pensionados adquirieron cuadernos de dibujo en los que debían copiar las obras de la Antigüedad y de los maestros Renacimiento y el Barroco. Paralelamente, asistieron a la Accademia del Nudo en el Campidoglio donde también dibujaron modelos del natural. Los pequeños cuadernos de dibujo servían para tomar apuntes y hacer estudios del natural, así como para tomar anotaciones de otro tipo o escribir diarios de viaje. “La enorme complejidad de los cuadernos permite entender cómo aprendieron los artistas y constatar que es lo que hicieron allí”, comenta Mantilla.

Como guías turísticas
La exposición comienza con dos vistas de Roma de Giuseppe Vasi y Juan de Villanueva, que sitúan al visitante en el contexto urbano que rodeó a los jóvenes artistas en su estancia en Italia, así como con dos itinerarios de Roma, uno de Giuseppe Vasi y otro de Mariano Vasi, propiedad del Prado, que sirvieron de guía para muchos viajeros. La segunda sección muestra documentos y libros de la Academia de San Fernando relacionados con todas las fases del proceso, desde la selección de los alumnos a las instrucciones que regulaban su estancia, así como el control económico. A continuación se exhiben dibujos realizados por diferentes artistas, como José del Castillo, Antonio Martínez Espinosa o Mariano Salvador Maella, en torno a unos mismos modelos que se repiten desde diferentes puntos de vista.

Otros cuadernos
La muestra finaliza con una colección de cuadernos de dibujo de artistas españoles y extranjeros que reflejan la vertiente más libre del aprendizaje de los pensionados en Roma quienes representaban en sus cuadernos aquellos elementos o composiciones que más les interesaban de la propia ciudad. Así se pueden contemplar cuadernos de Domingo Álvarez Enciso, Antonio Primo o Domingo Antonio Lois, junto a los de artistas europeos como Angelika Kauffmann (Suiza), Joshua Reynolds (Gran Bretaña) o Carlo Spiridione (Italia) que reflejan que el estudio de la Antigüedad y de las obras de arte del Renacimiento y el Barroco son puntos comunes, independientemente de la nacionalidad del artista.

IMAGEN: Alegoría de las Artes, José del Castillo. Cuaderno italiano I, p. 3, 1762, Madrid. /  Museo Nacional del Prado