“La risa es la única garantía de la seriedad con la que practicábamos el anti arte…”. Estas palabras del pintor y cineasta Hans Richter podrían definir la gran exposición que el Museo Reina Sofía acoge sobre la vanguardia rusa y el dadaísmo, “Dadá ruso 1914-1924”.

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Con abundante material inédito, la muestra que se inaugura el próximo día 6 y estará abierta hasta el 22 de octubre, reúne 500 obras, entre ellas, 250 pinturas, collages y dibujos, además, de 73 fotografías, 150 documentos y publicaciones y 22 películas y audios, con las que se repasa el arte de vanguardia ruso desde la perspectiva del movimiento Dada, fundado en Zurich en 1916, en el Cabaret Voltaire.

“Las prácticas que se hicieron en Rusia en los años 10, 20 y 30 tuvieron una gran repercusión en el arte moderno, pero se ha dado una visión de este arte hasta ahora con tan solo una cara, la del Constructivismo y como su nombre indica con la creación de nuevas formas; pero este movimiento iba de la mano del Dadá”, explica el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel.

“Y los dos movimientos surgieron a finales de la Primera Guerra Mundial y las dos guerras rusas y los dos surgen como reacción a todo lo que había ocurrido antes -continúa Villel- pero el Constructivismo, el sustituir el arte con formas, no se entendería sin la vertiente nihilista del arte de ese momento, donde lo importante era el texto, la negación, la ironía, el absurdo, el antibelicismo o la tensión entre el texto y la imagen, que utilizaban los artistas que estaban alrededor de Dada”, dice.

La exposición descubre en palabras de Borja-Villel la importante relación que hubo entre Moscú, Zurich, Berlín, París o Nueva York, lo que supone “la internalización de todos los artistas”. La muestra también descubre que hubo un protodadá en los años 12 y 13, con gente hacia este tipo de prácticas en ese momento. “Hay que destacar que la cultura del momento se desarrollaba en un tiempo de dominio del partido comunista y Dadá supuso la presencia del anarquismo”, precisa Borja-Villel.

Y es que todos los trabajos que se exponen en la muestra pertenecen al esplendor de este movimiento, entre la primera guerra mundial y la muerte de Lenin en 1924, con la presencia de 90 artistas rusos y de otros países europeos, entre ellos, Malévich, Natan Altman, Ivan Kluin, Ivan Puni, Aleksandr Ródchenko, Olga Rozanova, Man Ray, Tristan Tzara, Iliá Zdanévich, Vladimir Mayakovski o Francis Picabía.

La muestra, comisariada por Margarita Tupitsyn, proceden de numerosos coleccionistas y museos particulares de Rusia y Europa. Como el Museo Stedelij, de Ámsterdam, el Centro Pompidou, de París; el Mayakovski de Moscú, el Estatal de Bellas Artes de Pushkin o la Galería Treyakov, entre otros muchos.

La exposición, que ha contado con la colaboración de la Comunidad de Madrid, reúne todo un material multimedia, entre dibujos, material impreso, cine, obras musicales y materiales de poesía en un contexto político de la primera guerra mundial, las dos revoluciones rusas y el cambio de liderazgo de Lenin a Stalin. El Dada, que significa “Sí,sí”, fue un movimiento contradictorio porque estaba en el constante “NO- NO” y detestaban la idea de autoría romántica del autor, propagando “el Todismo”, añade Borja-Villel.

“Una bota es aún más hermosa que una Venus, más sublime y útil que todas las obras de Leonardo da Vinci”, decía IIya Zdanevich (1912-1913) presente en la exposición. Divida en un recorrido cronológico la muestra se divide en tres partes. La primera de ellas, “Protodadá y I Guerra Mundial” arranca en 1914 donde las obras reflejan el impacto de la contienda europea. Kazimir Malévich dice que la guerra “se equivoca en su lucha contra los cuerpos”, cuando debía ir “contra el arte y contra las formas de la vieja cultura”. El “ready-made” (transformación de objetos de uso cotidiano) y el collage centran este área.

La segunda sección comprende entre 1917-1924, desde el triunfo de la revolución rusa hasta la muerte de Lenin, donde la ironía y burla sobre la revolución y los derrocados es protagonista. Y la tercera sección “Dadá Brigde” analiza las relaciones entre Rusia y los principales centros dadaistas.    

 

IMÁGENES: Vista de cuatro obras de Kazimir Malévich que hoy se presentan en el Museo Reina Sofía en la exposición ‘Dadá ruso 1914-1924’ una muestra de 500 obras de cerca 90 artistas, entre ellos Malevich, Rozanova, Picabia o Man Ray, en la que, por primera vez, se aborda el arte de vanguardia ruso desde la perspectiva de los cánones del movimiento Dadá. EFE