La Dama de Baza (Granada), una escultura del siglo IV antes de Cristo considerada una de las piezas más relevantes del arte íbero, luce en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, a 480 kilómetros de su casa, la localidad en la que apareció hace 43 años y a la que no vuelve por el riesgo que supone el viaje.

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El madrileño Museo Arqueológico Nacional, que reabrió sus puertas el pasado mes de abril tras un proceso de remodelación, resguarda la majestuosa imagen de la Dama de Baza (Granada), un símbolo para sus vecinos y omnipresente en el día a día de la ciudad a pesar de encontrarse a casi 500 kilómetros del santuario en el que apareció hace más de cuatro décadas. La imagen de la Dama de Baza, en piedra caliza y datada en la primera mitad del siglo IV antes de Cristo, está considerada una de las más relevantes de arte íbero desde que fue descubierta por Francisco Presedo en 1971 tras dos milenios enterrada en el Cerro del Santuario de Basti.

El director del Museo Arqueológico de Baza, Lorenzo Sánchez Quirante, explica que la trascendencia de la Dama de Baza y de su hallazgo la convierten en una de las piezas más determinantes en la investigación arqueológica de la cultura íbera. Ha destacado el valor de haberla hallado en su cámara funeraria, en el interior de la tumba donde fue depositada y que fue descubierta con su ajuar funerario al completo, la única que contenía las cenizas de la persona muerta a la que se cree que representa la figura. Desde el hallazgo de la escultura en 1971, han surgido en la ciudad ‘damas’ que dan nombre a actividades empresariales, comercios o el tótem informativo que da la bienvenida a los visitantes, una baza turística a explotar a pesar de tener la imagen en el exilio.

Nueva intervención arqueológica con finalidad divulgativa:

El Ayuntamiento de Baza comenzará en unas semanas un proyecto de intervención integral en la Zona Arqueológica de Basti con un presupuesto superior a los 186.300 euros con el que, según detalla su alcalde, Pedro Fernández, acondicionarán senderos que discurran entre los restos arqueológicos más relevantes, con paneles y elementos informativos sobre la importancia histórica de la zona. Hasta entonces, la ciudad cuenta con el Centro de Interpretación de los Yacimientos Arqueológicos (CIYA), construido en 2011 junto al Cerro Cepero donde fue encontrada la Dama de Baza y que, con 1.800 metros cuadrados de sala expositiva, ofrece una reproducción a tamaño real de la cámara funeraria. Este centro, por el que cada semestre pasan alrededor de 3.000 visitantes, se ha convertido en la única aproximación a la insignia de la ciudad que conocen algunos de sus vecinos, que nunca han visto la escultura auténtica y de la que se hicieron tres réplicas: la de Baza, una que luce en el aeropuerto granadino y la tercera que se entregó al dueño de los terrenos donde apareció.

El Ayuntamiento promueve además actividades para mantener vivo el recuerdo del hallazgo y para que difundan la importancia del mismo y de la figura en una semana anual dedicada en exclusiva a la Dama. La última campaña de excavación en la zona donde apareció la escultura íbera se efectuó en la primavera del año pasado en la tumba 183, en el límite de la excavación realizada por Presedo. El arqueólogo director de la intervención impulsada por el Ayuntamiento de Baza en Cerro Santuario y Cerro Cepero, Alejandro Caballero, afirma que la tumba descubierta “presenta una serie de características de gran interés arqueológico”. Aunque en 2005 se anunció una cesión temporal para que la Dama de Baza volviera a casa en 2007 para en una exposición especial durante medio año, una comisión de expertos descartó dos años después el proyecto por los peligros de su desplazamiento y el riesgo de dañar la imagen. Mientras, Baza presume de Dama en la distancia con el anhelo de acercarla a casa y convertirla en un atracción turística. EFE_María Ruiz

IMAGEN:  La famosa escultura ibérica hallada en Cerro Cepero, en las cercanías de Baza, conocida como la “Dama de Baza”, poco después de su llegada a Madrid desde el museo arqueológico de Granada. EFE/Archivo