El fotógrafo estadounidense Danny Lyon, uno de los principales impulsores del “nuevo documentalismo” e ilustre representante de la corriente de fotógrafos comprometidos (“concerned photographers”), exhibe en la Fundación Foto Colectania, en Barcelona, algunas de sus series más destacadas de los años 60.
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Considerado uno de los más influyentes y originales fotógrafos documentalistas del siglo XX, Lyon destaca por la especial implicación que demostró con las comunidades a las que fotografió en Estados Unidos. Con obras procedentes de la colección Martin Z. Margulies, la Fundación Foto Colectania muestra en Barcelona tres de sus series más emblemáticas: “Conversations with the Dead” (1968), “The Bikeriders” (1962-66) y “Uptown” (1965).
El repaso de esta obra de Lyon se realizará en dos exposiciones consecutivas que comienza con “Conversations with the Dead” (18 de octubre a 18 de enero de 2014) y continuará con las otras dos series (23 de enero al 17 de abril de 2014) “The Bikeriders”, que describe la vida de los moteros del medio oeste americano, y “Uptown”, que refleja la vida del barrio de inmigrantes en el norte de Chicago.
La primera de las exposiciones es el resultado del trabajo de Lyon, quien a finales de 1967 obtuvo el permiso del Departamento Correccional de Texas para fotografiar sin restricción la vida de los presos en ese Estado. La serie está integrada por 76 fotografías que ilustran el período de 14 meses, entre 1967 y 1968, en el que se movió libremente por seis unidades penitenciarias diferentes, que convirtió, según ha explicado el director de la Fundación, Pepe Font de Mora, en “símbolo del encarcelamiento a nivel global”.
Imágenes con contenido y mensaje
“Conversations with de Thead” fue un trabajo efectuado con la intención de transmitir el espíritu de encarcelamiento que compartían unos 250.000 hombres en Estados Unidos, país que ostentaba las condenas más largas del mundo occidental. Dentro del anónimo mundo de la cárcel, Lyon procura ofrecer un retrato de unos seres reales, perfectamente individualizados, y el resultado es un testimonio poderoso del efecto revitalizador de un trato humano básico”, subraya Font de Mora. Publicada en 1971, la serie intercala imágenes con textos extraídos de diversas fuentes como cartas, obras de los reclusos e incluso la ficción. En palabras del propio Lyon, trató de hacer “una fotografía del tema del encarcelamiento tan angustiosa como yo sabía que era en realidad” y advierte: “Todo el material que he recogido no se acerca ni por un momento a la sensación que uno tiene en el pasillo de la prisión Ellis”.
Su faceta como cineasta
Como sucede con Robert Frank o William Klein, sus series y libros, más allá de buscar únicamente el compromiso político, muestran que la autoría es más importante que el tema tratado. Al igual que sucede en estos fotógrafos, subraya Font de Mor, Danny Lyon se considera hoy más cineasta que fotógrafo y de esa faceta se proyecta en la misma exposición “Murderers” (2007), que cuenta la historia de tres asesinos en cinco Estados diferentes, y “Nothing” (2012), su última película, que consiste en una mirada existencial de sí mismo, la naturaleza de su trabajo y el inmenso vacío de su hogar.
IMAGEN: Una visitante toma notas ante unas fotos del fotógrafo norteamericano Danny Lyon, uno de los principales impulsores del “nuevo documentalismo” e ilustre representante de la corriente de fotógrafos comprometidos (concerned photographers), que se exhiben en la Fundación Foto Colectania, en Barcelona. EFE