Las excavaciones realizadas este verano en el yacimiento subacuático del pecio Bou Ferrer, en aguas de La Vila Joiosa (Alicante), han permitido situar la fecha del naufragio de la nave entre los años 64 y 68 de nuestra era, durante el último periodo del mandato de Nerón.

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Pecio Bou Ferrer

Una fecha que se certifica con el hallazgo de dos monedas, un sestercio y un dupondio, ambas del citado emperador. El director científico de las excavaciones, Carles de Juan, ha explicado que la datación se establece en esos años porque “las monedas de Nerón se retiraron muy rápidamente tras su muerte”. En esta campaña de excavaciones ha participado el Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña (CASC), gracias a un acuerdo de colaboración con la Dirección General de Cultura de la Generalitat. El CASC ha trabajado con la embarcación Tethis y un equipo “con los mejores arqueólogos subacuáticos del país”, según De Juan.

Durante los trabajos también se ha descubierto un lingote de plomo con una marca que hacía referencia a un emperador de la dinastía Julia Claudia y una contramarca que aludía directamente a Nerón. Se ha conocido que el buque transportaba un cargamento de plomo procedente de Sierra Morena y que había partido del puerto de Gades (Cádiz) hacia Roma. El plomo iba a ser usado para la fabricación de las tuberías que transportaban el agua a las casas y villas romanas durante la reconstrucción de la ciudad tras el incendio que la asoló. Además, se ha encontrado un resto de madera procedente de un costado del barco hasta la borda. “Un hallazgo inaudito que supone el segundo caso documentado y que permitirá restituir la forma de la nave”, ha indicado De Juan.

Estos descubrimientos han sido valorados por el director del Museo de Arqueología de Cataluña, Josep Manuel Rueda, que los ha calificado de “trascendentes”. Por su parte, la directora general de Cultura y Patrimonio de la Generalitat, Carmen Amoraga, que ha acudido a la presentación del balance de los descubrimientos de esta campaña de verano, ha considerado “cruciales” los trabajos efectuados. Amoraga también ha destacado la “gran colaboración” entre todas las entidades y órganos que han tomado parte, así como la “rentabilidad temporal y profesional, porque se han cuadruplicado los turnos de buceo, el número de investigadores y el tiempo de campaña”.

Estos hallazgos se añaden a lo que ya se conocía, que el barco transportaba también un gran número de ánforas llenas de una salsa de pescado muy apreciada en Roma. El pecio Bou Ferrer está declarado Bien de Interés Cultural y este año la Unesco lo ha incorporado al Registro de Buenas Prácticas en Arqueología Submarina. El yacimiento arqueológico subacuático Bou Ferrer está situado a 25 metros de profundidad y a mil metros de distancia de la costa de La Vila Joiosa.

 

IMAGEN:  Varias piezas en los restos del Pecio “Bou-Ferrer”. EFE/Archivo