“De la piedra a la madera” es el proyecto artístico de seis lutieres que se han unido para reproducir en madera cinco de los instrumentos tallados en el pórtico norte de la Colegiata de Santa María en Toro, Zamora. A unos cuantos kilómetros en la Montaña Palentina, otro violero, Alberto Redondo, trabaja para dar vida a la fídula que porta un músico medieval tallado en Revilla de Collazos.
Canal Patrimonio
Lutier, luthier, violero: ¿Quiénes son?
Dar vida a cinco de los instrumentos de la portada norte de la Colegiata de Santa María la Real en la localidad zamorana de Toro. Éste es el objetivo de seis luthier o violeros, constructores o reparadores de instrumentos de cuerda, que se han unido para traer al presente sonidos medievales. Jesús Reolid, Carlos Paniagua, Carlos do Viso, Demian Reolid, Mario Unsain y Olivier Feráud son los artesanos que dan forma y vida al proyecto para llevar los instrumentos de “la piedra a la madera”.
Trabajarán en la construcción de una viola oval, un organistrum, una cítola, un salterio de cisne y un rabel. La idea nace del violero Jesús Reolid, quien decide abrir su taller de Pelayos de la Presa (Madrid) a otros artesanos de la lutería para compartir durante algunos días la experiencia conjunta de pasar de la piedra a la madera algunos de los instrumentos de la portada medieval, restaurada hace cuatro años.
¿Por qué el pórtico norte de la Colegiata de Toro?
La ciudad de Toro se sitúa junto al río Duero, muy cerca de la Vía de la Plata, en una geografía repleta de historia y con gran tradición musical. La Colegiata de Santa María la Mayor, de la que forma parte el pórtico norte, presenta una influencia evidente de la Catedral de Zamora, de la Catedral Vieja de Salamanca y del Pórtico de la Gloria de Santiago, construcciones a las que estaba dedicado en esa época el reconocido Maestro Mateo.
La Colegiata tiene dos portadas magníficas, una románica y otra gótica, ambas con instrumentos musicales representados en sus arquivoltas. Los lutieres de este proyecto se han centrado en la portada más antigua, la norte, porque es la que tiene los instrumentos más extraños, de los que pocos detalles se conocen. El trabajo de los violeros se presentará el lunes 8 de agosto en el taller de Pelayos de la Presa, donde se fraguó la idea y la segunda semana del mes de agosto la dedicarán a trabajar sobre las piezas.
Historias paralelas
A unos cuantos kilómetros de distancia, en la Montaña Palentina, otro luthier, Alberto Redondo lleva años soñando con reproducir los instrumentos medievales que adornan buena parte de las iglesias del románico palentino.
Ya ha dado un primer paso, se ha acercado hasta el templo de Revilla de Collazos, donde hace tiempo se halló una estatua columna, posiblemente procedente de una ventana de origen románico, reutilizada hoy como pie de atril. La estatua representa un músico, toscamente tallado, que porta y toca una fídula. A los pies del músico medieval, el luthier de hoy toma medidas, escrudriña y pasa a papel los detalles de la fídula tallada en piedra.
Para que suene será necesario ajustar y echarle un poco de imaginación, puesto que no es lo mismo recrear en piedra que tallar en madera. Tratará eso sí de ser lo más fiel posible a la imagen medieval, aunque con algunas licencias. Tilo, abeto y boj son las maderas elegidas por Alberto para reproducir la viola medieval. Acaba de recibir el tilo y pronto comenzará a trabajar sobre el instrumento, mientras tanto, cual antiguo juglar, sentado en una escalinata de madera, al abrigo del pórtico de Revilla de Collazos nos recuerda cómo suena una viola…
IMAGEN: Parte del dossier del proyecto “De la piedra a la madera”, Ana Manzano Peral.