‘Las Meninas’, el lienzo pintado por Velázquez en 1656,  podría tener una versión previa realizada por el propio Velázquez como un “modeletto”, un boceto final antes de comenzar la obra definitiva. La pintura pertenece a la colección de Kingston Lacy de Dorset (Reino Unido). Así lo que afirma el profesor Matías Díaz Padrón, que ha presentado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid los primeros resultados del minucioso estudio al que ha dedicado más de 20 años.

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Kingston Lacy Estate
A lo largo de los siglos, la autoría de la pintura ha sido discutida. Durante los siglos XVII y XVIII fue documentada como original de Velázquez y así lo estimaron personalidades de la pintura y profesores de la Real Academia de Bellas Artes, incluido Francisco de Goya. Posteriormente se consideró “una copia reducida” y después investigadores como Enriqueta Harris la atribuyeron a Martínez del Mazo.

Los estudios realizados por Matías Díaz Padrón, se recogen en el libro “Las primeras Menina de Velázquez, en Kingston Lacy, Dorset” que será presentado en febrero  en Londres, dan un nuevo giro a la historia y restituyen la autoría al genio español.

El término más adecuado para calificar la obra, detalla, es el de “modeletto”: fase última para el reconocimiento del cliente y dar paso a la obra definitiva. “Veo la naturaleza típica de un modeletto cuando lo he tenido frente a frente, igual que lo tuvieron en el siglo XVIII nada menos que Goya y sus prestigiosos colegas de esta Real Academia. Ellos sabían más, y lo tuvieron más cerca y con más tiempo del que nosotros disponemos. Supongo que nadie dudará que Goya supiera distinguir un boceto de una obra definitiva”, afirma.

Confrontar las dos pinturas
El profesor recuerda que durante el siglo XX expertos como Enriqueta Harris o Jonathan Brown consideraron la pieza como “una obra de segundo orden”, error que en su opinión se debe a que en la mayoría de los casos no han contemplado la pintura de forma directa. Según Díaz Padrón, cotejar la pintura del Prado con la de Kingston Lacy es el recurso más valioso para precisar la autoría, junto a la documentación y análisis técnico cuando sea preciso. “Es la confrontación de estos detalles lo que nos lleva a la esencia de la pintura. Esto habla por sí solo del virtuosismo del trazo, de la luz y de la perspectiva. Un ‘modeletto’ es propio de un pintor responsable”, asegura y destaca “la pincelada rígida, enérgica, propia de Velázquez”.

Historiador Matías Díaz Padrón- EFE- 03102013
La misma técnica
Confrontando el “modeletto” y la obra definitiva “la precisión de la pincelada, los colores y el magistral estudio de la luz marchan en paralelo”, afirma Díaz Padrón, quien especifica que técnicamente no hay diferencias de estilo entre el “modeletto” y el lienzo del Museo del Prado: ni en la factura, ni en la formulación corpórea del volumen. “El trazo recto y preciso en las siluetas y en las luces de las telas contrasta con las pinceladas inconexas de Mazo: más próximas al Impresionismo moderno”. Además, los colores son los típicos de Velázquez en ambas pinturas. “El dibujo subyacente se funde con la cuadrícula, y encima se cruzan bellas pinceladas de luz y color. Toques vibrantes que nada tienen que ver con un acomodaticio seguimiento de copia a partir de la obra acabada”.

Destaca que Jovellanos, Ceán Bermúdez y Goya, tres prestigiosos ilustrados del siglo XVIII y, este último, un genio universal de la pintura de todos los tiempos, “vieron y escribieron que el ‘modeletto’ es de Velázquez”.

IMAGEN: El “modeletto” de “Las Meninas”, perteneciente  a la colección de Kingston Lacy de Dorset (Reino Unido), según afirma en su estudio el historiador Matías Díaz Padrón. /Archivo