Dieciséis kilómetros, 167 arcos y dos mil años de antigüedad son las cifras que describen al monumento más emblemático de Segovia, su Acueducto, que además de los achaques de la edad se encuentra enfermo de nacimiento aunque, por el momento, los estudios del Ayuntamiento afirman que no hay riesgo de derrumbe.

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CanalPatrimonio_AcueductoSegovia_EFE

Es un monumento geológicamente inestable pero los tiempos en geología son muy largos por lo que de momento no se puede alertar de derrumbe ya que las alteraciones son superficiales.

El Acueducto está construido fundamentalmente con granito de grano grueso, una piedra que por sus características es más inestable y de peor calidad que otras variedades, lo que hace que haya nacido condicionado a no tener la máxima durabilidad, no obstante lleva dos mil años en pie.

Otros factores

Además, hay otros factores que están condicionando el futuro de esta obra arquitectónica y contra los que el Ayuntamiento invierte una partida anual de 14.000 euros, como son las descamaciones, pérdidas de volumen y fisuras provocadas por el paso del tiempo, las diferencias térmicas, el hielo, la vegetación, las aves, e incluso resinas de anteriores intervenciones.

Aunque en 2016 no está previsto que se realice ninguna obra mayor, para 2017 el Acueducto competirá con la muralla para recibir la subvención del 1,5 por ciento cultural que destina anualmente el Ministerio de Fomento para este tipo de intervenciones en el patrimonio, ya que actualmente es prácticamente la única ayuda posible.

En estos momentos las acciones más urgentes pasan por atender los problemas de la reconstrucción medieval, que se encuentra en los primeros arcos del monumento. Claudia Carrascal_EFE

IMAGEN: Vista parcial del acueducto romano, el mayor monumento romano que existe en España. En 1985 fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. EFE/Archivo