Su leyenda ha circulado casi un milenio. Rodrigo Diaz de Vivar “El Campeador”, es el protagonista de uno de los poemas épicos más antiguos de la literatura española: El Cantar del mio Cid. Un manuscrito que narra las pericias de este caballero castellano y que desde el 5 de junio y durante solo 15 días permanecerá expuesto en la Biblioteca Nacional de manera excepcional tras seis siglos de encierro.

Canal Patrimonio_ BNE

CanalPatrimonio_CantardelMioCid_BNE
El Cantar del mio Cid. Foto: BNE

Fuente de inspiración de numerosos eruditos, El Cantar del mio Cid, se ha convertido en una joya bibliográfica por su importancia dentro del campo de la filología y literatura castellana. Con el Poema, las historias pasaron de transmitirse oralmente a plasmarse en papel y tinta, dándolas forma y ornamentándolas para transmitir ese carácter épico, que rompe con cualquier rigor histórico que se podía tener de este mítico personaje.

Esta tortuosa frontera entre fantasía y realidad, han convertido el Cantar en objeto de rigurosos estudios a lo largo de los años. La exposición “Dos españoles en la historia: el Cid y Ramón Menéndez Pidal” de la Biblioteca Nacional, presenta la investigación de este filólogo e historiador, uno de los mayores estudiosos del Poema del último siglo.

Su aprecio por la figura de Rodrigo Díaz de Vivar, hizo que Menéndez Pidal iniciara sus trabajos sobre épica española primitiva y elaborara una serie de ensayos para su tesis doctoral sobre el Poema del Cid, editado por él entre 1908 y 1911. En ellos calificada la obra como el “acta natalicia de la literatura española”.

Una copia de una copia, que ha llegado a nuestros días

Este carácter de génesis literario ha repercutido claramente en la vida del Poema, que desde que El Cid nació allá por 1045, al manuscrito que ha llegado a nuestros días, ha cambiado de manos hasta llegar a la vitrina donde ahora es expuesto. El libro de pergaminos actual es una copia del siglo XIV elaborada a partir de otra previa realizada por el monje Per Abbat en el siglo XII.

CanalPatrimonio_CantardelMioCid_BNE
Interior de el Cantar del mio Cid. Foto: BNE

La autoría original se desconoce, considerándose una obra anónima, aunque algunos estudios, entre ellos el de Menéndez Pidal, señalan dos posibles autores: San Esteban de Gormaz, más fiel a realidad histórica del personaje; y  Medinaceli, más tardío y poético. La minuciosa labor de los copista de los monasterios permitieron que durante la Edad Media la leyenda de El Cid perviviera.

La copia actual es la más antigua que se conserva, y fue pasando de manos en manos, confinada en conventos, casas de eruditos y cajas fuertes hasta ser adquirido por la Biblioteca en 1960. Fue la Familia de Pidal la que vendió el manuscrito por 10 millones de pesetas a la Fundación Juan March, que diez días después de haberla comprado lo donó a la institución. Esta adquisición salvó a la obra de varias tentativas de compra por organismos extranjeros como el Museo Británico o la Biblioteca de Washington.

La épica del Cantar del Mio Cid

El poema narra, en sus más de 3.700 versos irregulares y separados por una cesura, el último tramo de la vida del héroe castellano, mediante una letra gótica libraria, uniforme y de fácil lectura. Contiene las características propias de los cantares de gesta y está dividido en tres partes diferenciadas.

CanalPatrimonio_CantardelMioCid_BNE
Manchas en los pergaminos del Poema. Foto: BNE

Comienza con el cantar del destierro, donde se cuenta el exilio del guerrero y sus hazañas frente a los moros. El siguiente es conocido como el de la boda, por el desdichado matrimonio de las hijas del Cid con los infantes de Carrión, pese a que en él también se describe la batalla de Jérica y la conquista de Valencia. El último es el de la ofensa, sufrida por las hijas del Cid, y la vindicación, llevada a cabo por el burgalés contra los cobardes infantes de Carrión por medio de la justicia.

Más allá de lo expuesto en el Poema, la historia de este caballero castellano, cabalga entre la ficción y el contexto histórico de la reconquista. Su vida siempre ha sido fruto de polémica, pues aunque el Cantar exalta su lado más heroico, otros estudios bibliográficos presentan a El Cid Campeador como un mercenario que trabajaba para varios caudillos por una paga y bajo su propio interés.

Esto no ha impedido que la gran pantalla exaltará aun más la figura más épica de El Cid, con la famosa adaptación cinematográfica dirigida en 1961 por Samuel Bronston y encarnada por Charlton Heston.

canalPatrimonio_CastillodeBelmonte
La Película El Cid en Belmonte. Foto: CastillodeBelmonte

La conservación de una joya bibliográfica

El Cantar del mio Cid representa uno de los escritos más importantes de la Biblioteca Nacional, y por eso la importancia de su conservación. En palabras del comisario de la Exposición, Enrique Jerez, el Cantar es “el único poema épico castellano conservado casi en su totalidad”,  y debido a su delicado estado de salud, resultado de su larga vida, el manuscrito original solo será visitable para público durante los primeros 15 días.

Temperatura y parámetros de humedad estables para proteger dentro de la vitrina setenta y cuatro páginas de pergamino grueso del Cantar, entre los que ya existen algunas manchas de color pardo oscuro debido a los reactivos utilizados ya desde el siglo XVI, que dificultan su correcta lectura.  

CanalPatrimonio_CantardelMioCid_BNE
Infografía de la historia del Cantar. BNE

Información práctica

Desde el 5 de junio al 22 de septiembre de 2019 la exposición tendrá lugar en la Sala de las Musas del Museo de la BNE.

El original se expondrá en la Antesala del Salón General (2ª planta) desde el día 5 al 18 de junio incluido; a partir de entonces y por motivos de conservación se sustituirá por un facsímil.

Horarios: La Sala de las Musas: de lunes a sábado de 10:00 a 20:00 h. Domingos y festivos de 10:00 a 14:00 h. La Antesala del Salón General (2ª planta): De lunes a viernes de 9:30 a 20:00 h. Sábados de 9:30 a 14:00 h. Domingos y festivos cerrada

Entrada libre y gratuita.

Galería de Imágenes