El Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón ha galardonado las obras de consolidación y restauración del castillo de Jarque del Moncayo (Zaragoza), realizadas por el Ministerio de Cultura y Deporte, con un accésit de su premio anual de arquitectura ‘Fernando García Mercadal’.

Canal Patrimonio_IPCE

En la concesión del premio, en el apartado de “Restauración e intervención en el patrimonio histórico”, el jurado ha valorado «su sutil intervención y su cuidadosa materialización, que ponen en valor el monumento».

El Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) ha promovido las obras, que se han llevado a cabo entre abril de 2017 y junio de 2018, con el objetivo de recuperar el castillo, muy deteriorado y en estado de ruina. La intervención supuso una inversión total de 867.778,91 euros y requirió, entre otras actuaciones, el saneamiento y consolidación de los restos de almenas, parapetos y adarves; la estabilización de los muros; y la consolidación de la sillería de arenisca y de las coronaciones y revestimientos de los muros que aparecieron junto a la excavación del interior del recinto. Las obras mejoraron también la accesibilidad al castillo y la circulación en el recinto interior.

Tras la restauración, el Ministerio y el Ayuntamiento de Jarque de Moncayo formalizaron un convenio por el que se encomienda a esta corporación municipal la la gestión de las actividades de control de acceso, seguridad, señalización y labores mínimas de mantenimiento del recinto del castillo, así como la organización de las visitas.

El castillo

Se alza sobre un pequeño espolón rocoso de la ladera del cerro conocido como la Atalaya. En el lado oeste queda delimitado por un pequeño barranco sobre cuya ladera se localizan restos de diversas edificaciones que bien pudieron albergar pajares o bodegas. Para poder asentar la espectacular mole de la fortaleza se colmató la cresta rocosa, creando una gran plataforma de piedra y argamasa de más de 700 metros cuadrados de superficie, donde se cimentó el castillo. La planta es ligeramente trapezoidal y conserva restos de paños de muralla que oscilan entre los 28 y 34 m. de largo.

Ante el avance del estado de ruina se impulsaron los trabajos de consolidación y restauración del monumento que han contemplado diversas actuaciones tales como el vaciado general de los rellenos de escombros en el interior del castillo, que se encontraba colmatado por los restos de material constructivo de la fortaleza, caídos a lo largo de los años. Casi todo muro norte y el muro este habían desaparecido, lo que suponía que en esa zona podía localizarse cerca de tres metros de materiales depositados.

 

El proyecto ha permitido también sanear y consolidar los restos de almenas, parapetos y adarves, estabilizar los muros, coser sus grietas, asegurar vanos y almenas, consolidar la sillería de arenisca, sanear juntas y reponer morteros. Además, se ha facilitado el acceso al interior mediante una nueva escalera adaptada a la rasante, y se ha trabajado en superficie el interior del recinto para facilitar su acceso y garantizar la correcta evacuación de las aguas de lluvia.

Junto a la excavación del interior del recinto se han consolidado las coronaciones y revestimientos de los muros que han aparecido. También se ha realizado un levantamiento topográfico del interior para estudiar la evacuación de las aguas de lluvia y las cotas de terminación de soleras. En los trabajos de excavación han aparecido restos de pavimentos cerámicos de yeso y bases de columnas en el patio.

 

FOTO Y VÍDEO: MINISTERIO DE CULTURA Y DEPORTES